Un Atlético más blando
El equipo digiere peor los goles en contra y le cuesta reengancharse a los partidos
El Atlético ejecutó 15 minutos en el segundo tiempo contra el Barcelona que le pusieron por delante en el marcador. Adelantó la presión, incomodó mucho y bien la salida de balón del equipo de Luis Enrique y le castigó con un contragolpe culminado por Torres. El giro que le había dado al partido respecto al primer tiempo le duró al equipo de Simeone lo que tardó Neymar en empatar. Cuando Messi hizo el 1-2 ya estaba agarrotado.
Aquello fue el primer gran síntoma de que en este curso el Atlético digiere mal los goles en contra y le cuesta administrar más el marcador y mantener los partidos donde quiere. Es un equipo más blando de cabeza que el de temporadas anteriores, donde se sentía más seguro. “Tendremos que reaccionar antes de que nos conviertan el gol, pero sí es verdad que te hacen uno y te duele, porque hay que remar otra vez”, admite el uruguayo Giménez. Incluso las victorias ante Las Palmas (1-0) y Getafe (2-0) también fueron un chivato en ese sentido porque el equipo terminó sufriendo para defender sus ventajas en el marcador.
En Villarreal, el gol de Baptistao también desencajó durante todo el primer tiempo al equipo. El segundo acto fue un calco de lo que sucedió el último miércoles contra el Benfica (1-2). El gol de Gaitán acabó con media hora de juego muy buena. El de Guedes terminó de acentuar esa tensión que se observa en los jugadores cuando tienen que atacar. Se aprecia la presión por sacar los partidos adelante mientras se termina de fijar una idea definitiva en pases tensos y en movimientos a veces temerosos de descuidar la espalda. Eso ha derivado en acosos poco hilados sobre el área contraria en el intento de igualar o remontar partidos.
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