Rabat también llevará una Honda en MotoGP

Tito Rabat (Barcelona, 26 años) tuvo la oportunidad de montarse en una MotoGP el pasado lunes, en Alcañiz, donde se celebraban unos tests de Michelin, proveedora oficial de neumáticos de la categoría reina a partir de la próxima temporada. Fue, decía él, un regalo de su equipo, el MarcVDS, por el título logrado un año antes. Pero era, también, su primera prueba encima de la máquina que pilotará dentro de unos meses. El campeón del mundo de Moto2 en 2014 será piloto de MotoGP en 2016. Rabat sube de categoría con el mismo equipo con el que compite este curso y correrá con la Honda RC213V, según han informado la mañana de este jueves tanto el equipo MarcVDS, patrocinado por Estrella Galicia, como CSM, la compañía que le representa desde hace apenas unos meses y que está bajo la tutela de Sebastian Coe, presidente ejecutivo de la empresa y actual Presidente de la Federación Internacional de Atletismo.

La moto corre mucho, es muy potente y frena muy bien. Nunca tuve esta sensación de velocidad” Tito Rabat, piloto de Moto2

Rabat debutó en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana del año 2005 –125cc–, disputó 11 carreras la temporada siguiente y, en 2007, realizó su primer Mundial completo en el que logró, además, su primer podio –en el Gran Premio de China–. Otras tres temporadas en el octavo de litro, precedieron su salto, en 2011, a la categoría de Moto2. Su progresión constante y el trabajo incansable que le han caracterizado entre los pilotos del paddock, le llevaron hace un año a lo más alto en el Mundial de Moto2. Con el número 1 en el carenado de su Moto2, esta temporada Rabat ha vuelto a destacar al frente de la categoría en la que actualmente es el segundo clasificado, con 206 puntos, aunque muy lejos del líder, Johann Zarco, que tiene 78 de ventaja.

“Después de tantos años en el Campeonato del Mundo y con los grandes resultados que hemos conseguido en las tres últimas temporadas, ahora el paso natural es dar el salto a MotoGP. Mis primeras sensaciones fueron magníficas, la moto corre mucho, es muy potente y frena muy bien. Nunca tuve esta sensación de velocidad, lo máximo que había probado era una 600cc, y subirse por primera vez a una MotoGP y pasar de los 300 kilómetros por hora es impresionante. Estoy con más ganas que nunca de trabajar; ponerme fuerte para el año que viene y aprender muchas cosas”, declara el piloto en el comunicado. Su capacidad de sacrificio y su paciencia, al considerar que no era lo más propicio dar el salto hace un año, ya con el título en el bolsillo, si la oferta no era la adecuada y no disponía de una buena moto para competir, han tenido su recompensa.