El Villarreal apunta alto
El conjunto de Marcelino somete a un Athletic sin respuesta ante la intensidad y el juego amarillo
Un Villarreal de dulce, exquisito y comprometido, sometió a un Athletic víctima de sí mismo, más preparado para lo grueso que lo fino, demasiado básico en su proceder, un asunto menor para el conjunto de Marcelino, al que le han diseñado una plantilla de altos vuelos, con futbolistas excelsos en su línea ofensiva, con gran presente y enorme potencial futuro como Samu Castillejo, Nahuel o Denis Suárez, junto a los clásicos Jaume Costa, Mario y el incombustible Bruno, el alma de este equipo.
VILLARREAL, 3; ATHLETIC, 1
Villarreal: Areola; Mario, Bailly, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Nahuel ( Denis Suárez, m. 75), Pina, Bruno, Samu Castillejo; Soldado (Adrián, m. 46), y Bakambu (Leo Baptistao, m. 14) No utilizados: Barbosa; Rukavina, Jonathan dos Santos y Trigueros.
Athletic: Iraizoz; De Marcos, Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Mikel Rico (Beñat, m. 66), San José; Merino, Eraso (Raúl García, m. 61)Aketxe; y Kike Sola (Aduriz, m. 61)No utilizados: Herrerín; Etxeita, Llekue y Susaeta.
Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Laporte, Bruno, Baptistao, Gurpegui, Nahuel, Bailly, Aduriz y De Marcos.
Fue superior el conjunto amarillo. Desde la disposición planteada por los técnicos y en el desarrollo. En el cuerpo a cuerpo plantó cara el Villarreal al equipo de Valverde, que no pudo hacer valer su fútbol básico y directo. El juego físico del Athletic en el primer acto fue contestado con la misma pasión por el Villarreal. Cuando de tocar y asociarse se trataba, con el rival con menos depósito en la segunda mitad, el Villarreal sacó los colores al conjunto vasco, incapaz de contener tanta calidad amarilla. Más de una década sucumbiendo el Athletic en El Madrigal ante un Villarreal que vuelve a apuntar alto.
En el tablero de ajedrez de El Madrigal, los entrenadores cambiaron peones en la búsqueda del engaño. Marcelino apostó por fortalecer el centro del campo y ganar centímetros con Pina junto a Bruno Para contrarrestar el juego aéreo vasco. Contestó Valverde dejando en el banquillo a Raúl García y Aduriz, para alivio de los centrales amarillos. El esfuerzo de disputar dos competiciones aconseja dosificar esfuerzos en ambos equipos. Antes del primer cuarto, Bakambu se marchaba lesionado por un pisotón involuntario en el tobillo. Soldado se quedó en el vestuario en el descanso.
En la batalla central, los más beneficiados resultaron los porteros. En media hora de encuentro, Areola e Iraizoz no habían intervenido, bien escoltados por sus defensas, eficaces y contundentes.
El Villarreal incrementó su presencia en el área de Iraizoz al final del primer acto. El meta navarro sacó una mano prodigiosa a disparo de Pina. Adivinó también la trayectoria del lanzamiento de penalti de Bruno, pero no pudo evitar el gol del Villarreal con el descanso a las puertas. La pena máxima fue decretada por el árbitro, discutido todo el partido por los jugadores y la grada, por una zancadilla de Gurpegui en una acción individual de Leo Baptistao.
Tras el receso no compareció Soldado, con problemas físicos. A pesar de las urgencias del Athletic, en poco cambió la dinámica del encuentro, contestando el Villarreal los arreones vascos. En uno de ellos, en un balón colgado al área de Areola, San José remató de cabeza por encima del larguero. En la misma acción, Gurpegui reclamó agarrón de Bruno.
Como era de esperar, recurrió Valverde a Raúl García y Aduriz, los dos tanques del Athletic. Las fricciones estaban aseguradas. La primera intervención del delantero se saldó con una tarjeta amarilla tras un choque con Bailly. El pánico que causaban los cambios en El Madrigal quedaron pronto aminorados por Mario, un jugadorazo para todo. El lateral derecho se inventó un gol de la nada tras un gran disparo desde 25 metros que se coló en la escuadra de Iraizoz, que nada pudo hacer para detener el obús.
El Athletic se quedó sin respuesta ante un Villarreal más dispuesto y lúcido, con futbolistas mejor dotados técnicamente. Completó la fiesta Baptistao en una contra llevada entre Denis Suárez y Adrián. Van 11 temporadas que el Athletic no vence en El Madrigal, que se dispone a disfrutar de otra temporada de caramelo.
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