Por el prestigio perdido

La permanencia, sí, pero el prestigio, dañado después de un año rocambolesco y degenerativo, también; más si cabe. Sea como fuera, por el desdén de unos y otros, por las rencillas internas y por el desapego progresivo hacia una competición que desde hace tiempo es percibida como un estorbo por la mayoría de los jugadores, España se encuentra en Dinamarca para jugarse su continuidad en el Grupo I de la Copa Davis, la Segunda División del tenis mundial.

Para la cita en Odense, desde hoy hasta el próximo domingo, Conchita Martínez ha conseguido armar un equipo muy potente. Estará Rafael Nadal, que no desfilaba por la competición de selecciones desde septiembre de 2013, acompañado de David Ferrer —ausente desde 2012—, Fernando Verdasco —19 participaciones ya—, Roberto Bautista —presente en tres de las últimas cuatro listas— y David Marrero. Un elenco que, en principio, no debería sufrir ningún sobresalto en el pulso contra Dinamarca.

“Lo que hay que hacer es enfocarnos en nosotros mismo. Si jugamos bien y nos concentramos en nuestro juego, no debería haber problema”, señaló la Conchita tras el sorteo de los emparejamientos. La preparadora, cuya llegada al banquillo ha devuelto la cohesión, no tuvo un buen estreno hace dos meses, en Vladivostok. Entonces, forzada por las circunstancias, tuvo que confeccionar un grupo a la carrera. Y España, contra todo pronóstico, cayó después de tener dos puntos de renta frente a Rusia.

Si nos centramos en nosotros, no debería haber problemas” Conchita Martínez

“Estamos en una situación que no nos gusta, pero es la que es y lo que nos toca a día de hoy es aceptar que estamos aquí. Hemos entrenado al máximo para llegar lo mejor posible. No nos cuesta, lo asumimos y trabajamos para estar en una situación mejor”, manifestó Nadal, que abrirá la serie esta tarde. Lo hará frente al número dos danés, Mikael Torpegaard (909 del mundo), sobre la superficie rápida y cubierta del Odense Idraetshal, con capacidad para 2.500 espectadores.

Teniendo en cuenta que la mejor raqueta local (Ferederik Nielsen) es el 283º del ránking y que Dinamarca, sin título ni proeza alguna en su historial, está instalada en el 36, España debería salvaguardar su plaza en Segunda. No obstante, la historia ofrece un dato: cuatro cruces y dos triunfos dos para cada equipo. Nunca se consiguió vencer en territorio danés: ni en 1964, en Copenhague, ni en 1988, en Aarhus. “Por nombres no deberíamos estar aquí, pero estamos y hay que competir”, indicó Nadal a la llegada de la expedición a Odense, el pasado martes. “Debemos respetarlos al máximo”, subrayó el de Manacor, séptimo en el listado de la ATP y al que miembros del equipo ven estos días “muy intenso” durante los entrenamientos, “como siempre”.

Por otra parte, otras cuatro selecciones se juegan un billete para la gran final. Bélgica y Argentina, sin ninguna Ensaladera en su palmarés, se medirán a partir de hoy en Bruselas; la primera tan solo ha disputado una final (1904), mientras que la segunda aspira a un quinto intento después de acariciar el trofeo en la ediciones de 1981, 2006, 2008 y 2011. Leonardo Mayer (39), Federico Delbonis (65), Diego Schwartzman (68) y Carlos Berlocq (137) se baten con David Goffin (15), Steve Darcis (64), Ruben Bemelmans (87) y Kimmer Coppejans (105).

Del Bélgica-Argentina y el Gran Bretaña-Australia saldrán los dos finalistas de la presente edición

En Glasgow, mientras, un duelo en las alturas. Australia y Gran Bretaña, las dos selecciones más laureadas después de Estados Unidos (con 28 y nueve títulos respectivamente) auguran una lucha espectacular. Sobre el tapete, Andy Murray (número tres) y su escuadrón (Daniel Evans, Dominic Inglot y su hermano Jamie) frente a la juventud insultante de los aussies, que formarán con Thanasi Kokkinakis, Bernard Tomic, Samuel Groth y el carismático Lleyton Hewitt.