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España se salva de la quema en Berlín

Gasol y los 'Sergios' meten a la selección en octavos tras un tiro libre fallado por Schröder. Polonia será el rival el sábado en la siguiente fase

Robert Álvarez
Rodríguez durante el partido contra Alemania.
Rodríguez durante el partido contra Alemania.B.Streubel (Getty Images)

España se salió con la suya y se salvó de la quema en Berlín, en un partido explosivo, con un desenlace monumental: 76-77. Un tiro libre fallado por Schröder a tres segundos para el final frustró la vibrante remontada de Alemania, que apelando a la heroica y a lomos de un ambiente inusitado estuvo a punto de neutralizar los 13 puntos de ventaja con los que contó España a siete minutos y medio para el final (50-63).

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El tiro libre, el único que falló el equipo alemán de los 12 que lanzó durante todo el partido, valía un imperio. España se salvó del primer peligro de muerte en el Eurobasket y se clasificó para los octavos de final. Ya a partido único, y en Lille (Francia), se enfrentará el sábado a Polonia.

El equipo de Sergio Scariolo, serio y concentrado, aunque falto de una quinta marcha durante los primeros 32 minutos, se encogió en el tramo final. Sobrecogido por la última carga del equipo alemán, sobrevivió a durísimas penas y recibió un severísimo parcial de 26-14 en los últimos siete minutos y medio. El coletazo de la Alemania de Dirk Nowitzki estuvo a un dedo de sepultar el eficiente trabajo de la escuadra española durante más de tres cuartas partes del duelo.

Pau Gasol y los dos Sergios, Rodríguez y Llull, oficiaron la fiesta española y el adiós de Alemania al Eurobasket y probablemente también de Nowitzki a la selección que ha liderado durante más casi 20 años.

Transcurridos varios minutos, los 15.000 entusiastas aficionados que llenaron el Mercedes Arena rindieron un emocionado homenaje a Nowitzki. Solo, desde el centro de la pista, el ídolo, a sus 37 años, lo agradeció sin poder reprimir las lágrimas tras dos décadas con la camiseta de la Mannschaft.

Era la encrucijada a la que se enfrentaban dos leyendas, porque el partido, caso de haber perdido España, habría significado, probablemente, el final de la generación de los juniors de oro de España, la de Pau Gasol, Felipe Reyes y quienes faltaron a la cita, Navarro, Calderón y compañía. Unos y otros se jugaban la supervivencia en el Eurobasket, la posibilidad de poder seguir luchando por el billete para los Juegos de Río y ese probable final de dinastía.

ALEMANIA, 76

ESPAÑA, 77

Alemania: Schröder (26), Tadda (0), Zipser (7), Nowitzki (10), Pleiss (10) —equipo inicial—; Lo (14), Giffey (2), King (0), Schaffartzik (0), Benzing (3), Gavel (0) y Voigtmann (4).

España: Llull (14), Pau Ribas (8), San Emeterio (0), Mirotic (12), Pau Gasol (16) —equipo inicial—; Rudy Fernández (5), Sergio Rodríguez (19), Willy Hernangómez (2) y Felipe Reyes (1).

Parciales: 20-18, 18-23, 10-19 y 28-17

Árbitros: Radovic (Croacia), Ryzhyk (Ucrania) y Koljensic (Montenegro).

Mercedes Benz Arena de Berlín. 13.050 espectadores.

Sin Rudy de inicio

Se palpó desde el principio la tensión de lo muchísimo que había en juego. Sergio Scariolo volvió a situar a Pau Ribas y San Emeterio en el quinteto inicial, dado el brumoso papel de Sergio Rodríguez en los primeros envites y habida cuenta de las molestias físicas que sufre Rudy Fernández. La selección española marcó la pauta desde el inicio, muy seria, muy concentrada. Pero no pudo abrir brechas de más de cuatro o cinco puntos, lastrada por sus fallos en los triples y en los tiros libres.

Pau Gasol marcó la línea como ha hecho todo el campeonato. Le costó más anotar, pero hizo de todo: 16 puntos, 11 rebotes, seis asistencias y tres tapones. Gracias a la eficiencia inicial de Pau Ribas, también en la anotación, y los robos de balón, España mantuvo unas constantes de juego que le permitieron dominar pese al mal inicio en el tiro de Llull, y de Rudy Fernández.

Los alemanes, más eficientes en el tiro, y muy fiados a la capacidad anotadora de Schröder, encontraron una mina en la mano de Lo, un escolta que también dio muchos quebraderos de cabeza a la defensa española. Los puntos y los rebotes de Pleiss y Nowitzki les permitieron incluso ponerse por delante en algún pasaje inicial (22-18).

Sergio Rodríguez, que sacó a relucir el manejo, la visión y el tiro que le habían faltado en los partidos anteriores, espolearon a la selección. Llull porfió y acabó complementando la labor de su compañero en el Madrid. Donde no llegaron Felipe Reyes o San Emeterio, desacertados en el tiro, lo hicieron ellos. Fue vital la aportación de los dos Sergios ya que Mirotic estuvo más fino en los cortes en la zona y en el rebote que en los triples. El único que anotó Llull en sus seis intentos le dio a España esa máxima renta de 13 puntos.

La suerte parecía echada y el público un tanto apagado, aburrido de tanto dominio español. Pero el equipo alemán, acuciado por la necesidad, empezó a enlazar acciones rápidas. Se lo jugó el todo por el todo. Abrió la cancha, gracias a Lo y Schröder. De repente el ambiente empezó a resultar asfixiante para la escuadra de Scariolo. El ataque español atravesó una crisis. Se esfumó la claridad de ideas, la defensa alemana, en ocasiones en zona, resultó un muro ante el que se estrellaban los ataques españoles.

El segundo triple de Nowitzki y acto seguido el segundo de Lo estrecharon el marcador al máximo: 72-73. Faltaban 22 segundos. Ambos equipos se enzarzaron en una calculada lucha con el tiempo y las faltas. Llull anotó siete de los ocho tiros libres de los que dispuso. Los dos últimos pusieron el 74-77 en el marcador. Faltaban siete segundos. El equipo alemán necesitaba un triple. No le alcanzaban ya dos tiros libres.

Pau Ribas se fue a por Schröder, así que atravesó el centro de la cancha. El base de los Atlanta Hawks se le escurrió. Los árbitros acabaron señalando falta en plena maniobra de intento de triple. Un pecado mortal para Pau Ribas porque concedía no dos, sino tres tiros libres a Schröder. Alemania, su base, tenía la prórroga en sus manos. Anotó el primero. Anotó el segundo. Y falló el tercero. España se quitó un peso de encima y acabó de cruzar el primer campo minado en su camino. Al igual que ante Alemania, todo se lo jugará ya a una baza. Ya no valen las medias tintas, empezando por el duelo de octavos de este fin de semana.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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