Orlando Ortega: “Quiero poner el récord nacional lo más alto posible”
El vallista cubano del CAVA jura la Constitución en Ontinyent. Era el último trámite para empezar a correr bajo bandera española.
Ya es oficial: Orlando Ortega, el joven vallista de Artemisa que obtuvo la nacionalidad este julio por carta de naturaleza, recogió ayer los documentos que le permitirán competir en campeonatos oficiales dentro y fuera de España vistiendo ya la camiseta de su nueva selección.
Hoy miércoles, el atleta ha tenido la oportunidad de presentar sus logros deportivos a la ciudad valenciana que lo acogió, Ontinyent, en una recepción oficial organizada por el Ayuntamiento. En el acto, presidido por el alcalde de la localidad y presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y en el que ha participado el concejal de Deportes y el CAVA –Club d’Atletisme de la Vall d’Albaida–, Orlando ha agradecido el apoyo recibido y ha dicho que se siente muy feliz con este cambio y con todo lo conseguido esta temporada.
Y es que acaba de cerrar la mejor temporada de su vida. Primero, arrasó en pista cubierta: cuatro triunfos en las cuatro citas de la Diamond League y mejor marca mundial del año en 60 m. v. con 7,45s. Y, en verano, llegó aún más fuerte. En París, rompió este julio la barrera de los 13 segundos en el 110 m. v. y se adjudicó el mejor registro mundial de 2015 con 12,94s en una carrera increíble. Increíble porque logró imponerse en los últimos metros tras una pésima salida que le hizo ir a remolque durante la primera parte de la carrera. “Fui el último en salir de los bloques. Gracias a Dios pude reaccionar desde la tercera valla y hacer una segunda parte muy rápida”, contaba este verano Orlando, sin creerse todavía que hubiera sido capaz de hacer aquella remontada.
La continuidad de los entrenamientos con su padre y la capacidad de concentración de este vallista –una de sus mayores virtudes– fueron clave para bajar de los 13 segundos, algo que solo tres atletas han conseguido este año aparte de él: el jamaicano Omar McLeod (12,97s), el estadounidense David Oliver (12,98s) y el ruso Serguéi Shubenkov (12,98s), actual campeón mundial tras arrebatarle el título a Oliver en Pekín.
Orlando también ha estado mejorando la salida, su mayor defecto, y lo demostró a finales de agosto en Estocolmo. Se impuso con 13,18s en una carrera muy rápida y no lo hubiera conseguido de no ser porque hizo una salida excelente, mantuvo la velocidad entre las vallas y fue técnicamente impecable. De no haber sido por el pequeño tropiezo que tuvo en la novena valla, Ortega asegura que hubiera vuelto a bajar de 13 segundos.
Solo le quedaba Zúrich. El 3 de septiembre en la cita austríaca, se decidía para él la Diamond League. Y allí se le escapó por muy poco la que hubiera sido su primera Liga de Diamante. Orlando, que llegó lesionado de la pierna y estuvo tres semanas sin entrenar, quedó tercero, por detrás de Shubenkov –ganador de la prueba con 13,14s– y de David Oliver –con quien empató a tiempo (13,30s) y quien se llevó finalmente el diamante por una milésima de segundo–.
Así, Ortega cierra este 2015 con casi todos sus objetivos cumplidos y un segundo puesto en la Diamond League. Se le han quedado muchas “cosquillitas”, una de ellas, batir el récord de España, esos 13,33s de Jackson Quiñónez que ya tiene en el punto de mira para el 2016: “Para la temporada que viene ya solo queda eso […], intentar poner ese récord nacional en alto, lo más alto posible.”
Este año ya no le quedan más oportunidades porque tiene que recuperar la pierna y se marcha con su familia de vacaciones. Aún no sabe muy bien qué decir cuando le preguntan qué se siente al ser español, pero después de tres años residiendo en España, este chaval al que le gusta entrenar a ritmo de reggaeton cubano ya ha ido montado su vida y sabe que se adaptará rápido al cambio que suponen otra cultura y otra forma de pensar: ha empezado estudios a distancia de Psicología porque sabe que el deporte no es para toda la vida, tiene amigos, le gusta la playa y escuchar música como la de Pablo Alborán o Malú.
También tiene ya su lugar favorito, aunque no es una ciudad… “Mi lugar preferido aquí en España, donde quisiera ir y estar todos los días es el Santiago Bernabéu. […] Si tuviera la oportunidad de conocer a sus jugadores, sería para mí un sueño hecho realidad. Si eso me pasa [que lo llame un día Cristiano Ronaldo] me puedo retirar ya del mundo deportivo… .”
Eso no va a pasar de momento, ni tampoco piensa cambiar de disciplina pese ser forofo convencido del Real Madrid. Lo que más le gusta sigue siendo el 110 metros vallas, una carrera técnica y difícil que considera “el mejor evento del atletismo” y que abordará con más ganas todavía este próximo año, con la confianza de que podrá cumplir sus objetivos: participar y ganar el oro en los Mundiales de Pista Cubierta y en los Juegos de Río de 2016.
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