El ruido rodea a España
Los ‘affaires’ de Piqué, la sede del amistoso ante Inglaterra y el debate de Diego Costa restan atención a Macedonia
En la tranquila Skopje, a algo más de un centenar de kilómetros del éxodo de los refugiados que van camino de la Europa occidental, Vicente del Bosque da la sensación de ser un hombre hastiado de los incendios que se han generado alrededor de la selección. España se juega hoy dar un paso definitivo ante Macedonia rodeada de ruido extradeportivo y el eterno debate de si Diego Costa encaja o no encaja en el estilo. Una victoria ante el colista del grupo y dependiendo de lo que suceda entre Eslovaquia y Ucrania la dejaría a un punto de sacar el billete para la Eurocopa.
En medio de dos partidos vitales, el seleccionador tuvo que lidiar con el frustrado fichaje de De Gea por el Madrid, los pitos a Piqué y la elección de la sede de Alicante, en vez de la de Madrid, para el amistoso de noviembre ante Inglaterra. De fondo emerge la duda de si el Rico Pérez ha sido designado, en vez del Bernabéu, para evitar los silbidos a Piqué. En la Federación sostienen que esa sede se sopesó hace tiempo, pero que las relaciones con el Madrid se habían deteriorado con otro lío previo, el de elegir la sede para la última final de Copa. También apuntan que la ciudad con la que se había llegado a un acuerdo era Elche, pero al no estar ya José Sepulcre al frente del club, se optó por Alicante. “Sé desde hace semanas que el partido de noviembre, si nos clasificamos, se jugará en Alicante”, dijo Del Bosque.
Los silbidos a Piqué se han convertido en un engorro para todos los componentes de la selección. El técnico y sus compañeros le defienden y han iniciado una campaña para poner freno a las pitadas. Casillas —“Si se pone la camiseta de la selección es porque quiere estar”— y Sergio Ramos —“lo da todo dentro del campo y a Piqué no vamos a cambiarlo ahora”— ha sido los últimos en defenderle, pero tampoco ayudó a frenar el caso la despedida de Ramos ante la prensa: “¿No me vais a preguntar por la fiesta?”. Las imágenes que circulan por las redes sociales con el central del Barça saliendo de un establecimiento nocturno en Gijón han avivado el fuego. “No me molestó, estaba en su día libre”, dice el seleccionador. Del Bosque percibe que se utiliza su defensa a Piqué para atacarle a él.
Se habla menos de fútbol que de todo lo periférico en vísperas del enfrentamiento con Macedonia. “Hay que refrescar al equipo, tenemos a 23 jugadores”, anuncia Del Bosque. Una de las incógnitas es si repetirá con Diego Costa. El ariete sufre clavado ante los centrales y a veces se desespera ante tanto toque. Sus compañeros son conscientes de que necesita espacios. “La jugada del penalti”, advierte Cesc, “es lo que a él le gusta, ir al espacio o crearlos para otros. A veces, le podíamos buscar un pelín más, tendríamos que atrevernos más con el pase al hueco porque cuando está perfilado a puerta es una bestia”. “Es difícil para cualquier delantero jugar con nosotros porque con tan pocos espacios es difícil encontrarlo, se tiene que adaptar y nosotros encontrarlos más”, concluye Silva.
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