Holanda salta al vacío

No son Turquía ni su selección el mejor escenario ni el anfitrión más amable para jugarse los cuartos o, en este caso, un billete para la Eurocopa. Lo sabía Holanda, la clásica Holanda, ese pequeño país que tanto ha aportado al fútbol y que ahora ha quedado suspendida en el abismo, en plena caída libre, después de la derrota de La Oranje en la caldera de Konya. El equipo de Danny Blind fue goleado y sus opciones de acceder al próximo gran torneo de selecciones son aún más remotas, a falta de solo dos partidos para que concluya la fase de clasificación.

La derrota en Ámsterdam de la semana pasada, frente a Islandia, ya le había alejado de las dos plazas del grupo que dan acceso directo al torneo. Confiaba el técnico Blind, por tanto, en corregir sobre la marcha y alcanzar el tercer peldaño, el que permite jugar la repesca para los que no han hecho del todo bien los deberes. Pero, hoy día, Holanda es una flor marchita que ni juega bien ni transmite, que ni trenza ni seduce, y que trata de recuperar la esencia perdida durante el último lustro a marchas forzadas.

El barcelonista Arda Turan jugó 56 minutos a un buen nivel y anotó el segundo gol del equipo de Terim

Cayó Holanda frente a la aguerrida Turquía, liderada de inicio por ese genio con aspecto de ermitaño y el 10 en la chepa, Arda Turan, que a falta de minutos con el Barcelona combate el mono competitivo con su país. El motor le dio esta vez para 56 jugosos minutos y los masticó el barbudo atacante turco, que partió desde la izquierda y batió a Cillessen con un disparo al primer palo en el que el portero pudo hacer bastante más. Previamente, Özyakub, nacido en Zaandam (Holanda) y en su día internacional con los sub-17 de La Oranje, había abierto el marcador a los ocho minutos, y después, en la recta final del duelo, el cañonero Yilmaz dejó una muesca más en su revólver.

Los de Blind se apoyaron en la vieja guardia para intentar remontar, en alguna pincelada de Sneijder o Van Persie, y en el desborde del habilidoso Depay, pero ni por esas. Nada de nada. Turquía fue una roca y se inclinó Holanda, que ya no depende de sí misma, puesto que ahora es el combinado de Fatih Terim el que apunta a la repesca desde la tercera plaza, dos puntos por encima.

El panorama no es nada halagüeño para Holanda, diezmada por la baja de su jugador franquicia, Arjen Robben (el delantero del Bayern permanecerá un mes de baja, más o menos). En octubre visitará Kazajistán (el día 10) y en la última jornada recibirá a la República Checa (día 13), que puede convertirse en el juez del grupo puesto que en la próxima cita acoge a Turquía, que cierra contra Islandia. Precisamente allí, en Reikiavik, en un país que no supera los 329.000 habitantes, la selección nórdica certificó una clasificación histórica. El equipo dirigido por Lars Lagerback disputará por primera vez una gran competición internacional gracias a su empate frente a Kazajistán. También estará en la Eurocopa la República Checa, que venció a domicilio a Letonia.

Holanda no depende de sí misma. Sus opciones pasan por un tropiezo otomano en las dos citas restantes

Mientras, la festiva tarde en Cardiff quedó al final en puntos suspensivos. Gales disponía de su primera oportunidad para sellar una clasificación histórica, pero el cuadro de Chris Coleman no logó batir a Israel. Los focos estuvieron centrados en Gareth Bale, que se movió por todo el frente del ataque sin fortuna. El atacante del Real Madrid suma seis goles de los nueve que ha firmado su selección, pero en esta ocasión no acertó. Sí lo hizo su compañero Church, en el tiempo añadido, pero su tanto fue anulado fue anulado correctamente por posición ilegal. Gales debe esperar un poco más para jugar su primera Eurocopa. Lo acaricia y le quedan dos balas para palpar la gloria: Bosnia y Andorra.