Rayo y Valencia, intensos y nulos

Comprometidos en el esfuerzo, Rayo y Valencia consiguieron anularse en un encuentro intenso, en un ejercicio más profesional que lúdico, sin nada que reprocharse. Desvirtuado el conjunto de Rayo en el primer acto, el equipo che no aprovechó su mejor disposición en el terreno de juego y de la lectura que hizo del partido. Empequeñecido el Rayo ante el despliegue físico del Valencia, al grupo de Nuno le faltó puntería en los últimos metros. Tres ocasiones a cual mejor dispusieron los valencianistas en una primera mitad notable no correspondida con el gol. Se recompuso el Rayo en la segunda mitad hasta achatar y asustar con un par de oportunidades al Valencia, cuya presencia en el área de Toño resultó esporádica. Aún así, en el último minuto, Toño realizó una gran parada a un potente chut de Negredo que salvaba un punto para el Rayo. Ambos equipos hicieron los deberes a medias. No aprovecharon sus momentos.

Con la mente y el corazón puestos en Mónaco, Nuno refrescó la alineación del Valencia con siete cambios respecto al partido ante los monegascos de tres días atrás. Solamente Ryan en la portería, y la pareja de centrales, Mustafi y Vezo, repetían en el once. Debutaban Danilo y Santi Mina mientras Parejo, Gayà y Feghouli (por sanción el argelino), se quedaron en la ciudad del Turia. Llorente, Bebé y Ebert, de regreso el alemán a la Liga tras su paso por el Spartak de Moscú, se estrenaban en el Rayo.

Santi Mina tuvo la primera ocasión del partido al quedarse solo ante Toño asistido por Negredo. El exjugador del Celta encontró como obstáculo el pie derecho del portero rayista que acertó en el achique al vigués. La acción vino propiciada por la presión adelantada del Valencia a la salida del esférico de los locales, razón incuestionable con Paco Jémez, que no renuncia a sus señas de identidad. Con intensidad, equilibró el conjunto de Nuno el inicio del Rayo que intentó gobernar el partido a través de la posesión.

En un nuevo robo del balón en el centro del campo por parte de Danilo llegó la segunda oportunidad clara del Valencia. El joven brasileño de 19 años procedente del Sporting de Braga, representado por Jorge Mendes, tiene un potencial físico importante. Interceptó la salida de Llorente y, en el despliegue rápido de los che, Piatti centró combado al área, Negredo amagó con el remate y lo amortiguó de cabeza para la llegada de Santi Mina que, en boca de gol, no acertó a empujar el esférico estorbado por Nacho. No quedó ahí la cosa y en un centro desde el costado derecho de Cancelo, Piatti remató con la puntera de su bota izquierda en boca de gol, sorteando a Toño pero no encontrando por milímetros la portería. Tres ocasiones de oro en los primeros 25 minutos.

Faltos de precisión

El encuentro prometía. Por la esencia del Rayo, que falto de un enganche como Bueno, ahora en el Oporto, ve cómo sus pretensiones quedan rebajabas. Por las formas del Valencia, esforzado y con elevada actitud, con Piatti a gran nivel, como demostró en los minutos que contó el pasado miércoles ante el Mónaco. Negredo era la referencia en ataque, ejerciendo de pivote, mostrándose y descargando el esférico. Faltaba precisión en ambos equipos, pero las pérdidas de balón del Rayo complicaban más de la cuenta a los defensores vallecanos. Más ordenado en el repliegue, el Valencia apenas era inquietado.

Aumentó los decibelios el Rayo en el segundo acto para parecerse o lo que Jémez quiere que su equipo sea. Y encontró la respuesta defensiva del Valencia. El atasco en el centro del campo se acentuó. Los papeles se invirtieron y al conjunto de Nuno le costaba asociarse, crear y asomarse al área de Toño. La primera oportunidad tangible del Rayo llegó a los 20 minutos de la reanudación, tras un centro de Ebert que Manucho no acertó a desviar con Ryan batido, al igual que Fariña poco después tras el pase de Lass. Para el último minuto quedó el paradón de Toño a tiro de Álvaro Negredo.