El dopaje de Onyia perturba al equipo español
La plusmarquista nacional de 100m vallas da positivo en un control por cuarta vez
Sin novedad en el frente español tras la primera matinée del Mundial en el Nido de Pekín: esfuerzos dignos, eliminaciones, algún llanto, unos cuantos lamentos y el habitual anuncio de un positivo, el cuarto en su historial, de Josephine Onyia, la plusmarquista española de 100m vallas. Lo se siempre, más o menos.
“Ya me fastidia lo del positivo”, dijo Kevin López, quien tras una carrera dura se clasificó para semifinales de 800m donde peleará por un puesto entre los ocho mejores con cracks del nivel de Amos, Rudisha, Kszczot, Tuka, Bosse o Aman. “Ahora todo el mundo hablará de dopaje y no de atletismo. La tenían que haber suspendido a perpetuidad cuando el primer positivo. Los hay tramposos por naturaleza, y la mayoría siempre repiten”.
Solo Kevin López permanece con vida
“Este año sí que lucharé en la semifinal”, prometió López, quien se siente en la forma de su vida y quiere olvidar otros campeonatos, en los que en las semifinales se quedaba rápidamente fuera de juego. “Llegar a la final será casi imposible [se clasifican los dos primeros de cada una de las tres semifinales y dos atletas más por tiempos], así que mi objetivo es estar en la última recta peleando por un puesto. Y si suena la flauta…”
No pudieron siquiera elevar tal voto de pelea en la siguiente ronda los tres del 3.000 obstáculos, la prueba más fuerte del atletismo español, que quedaron eliminados en las series. Sebastián Martos corrió en la primera, la más lenta, y lamentaba su indefinición, el no haber estado a la altura, tanto como su tiempo, de 8m 50s. Fernando Carro fue fiel a su estilo guerrero. Atacó al oír la pistola de salida y rezó para que alguien le alcanzara y acelerara la marcha en su lugar. Cuando la carrera se puso seria, sufrió el cambio de ritmo y terminó muriendo en la recta, en un sprint que le dejó sexto y con esperanzas de clasificarse por puestos. Con 8m 38s, se quedó a dos. Roberto Alaiz, lesionado en el tendón de Aquiles derecho, abandonó entre lágrimas antes de terminar su carrera. No quiso infiltrarse antes de la carrera y cada aterrizaje después de un salto era un dolor insoportable. “No podía cambiar la forma de saltar porque me duele más aún el pie cuando lo uso de apoyo, pero al caer veía las estrellas”, dijo Alaiz. “Así, en vez de centrarme en la carrera corría pensando en el dolor, y en un momento dado vi que me había descolgado y que no tenía sentido seguir”.
También quedaron eliminados la lanzadora de peso Úrsula Ruiz y el de martillo Javier Cienfuegos. Por la tarde, el pertiguista navarro Adrián Vallés, estudiante en Estados Unidos y debutante con la selección, actuó con valentía en la calificación. Tras pasar a la tercera 5,40m, se lo jugó todo a un último salto sobre 5,70m, la altura requerida, pero derribó el listón y quedó eliminado.
La federación no confirmó el positivo de Onyia por un anabolizante en un control de la agencia española antidopaje en los recientes Campeonatos de España. Sencillamente, después de que la noticia se hiciera pública, informó de que la atleta, que ya ha cumplido cuatro años de sanción en su carrera, no viajaría el sábado en el vuelo a Pekín que tenía previsto tomar. Fuentes de la lucha antidopaje española señalaron que a la atleta de origen nigeriano se le ha abierto un expediente que podría desembocar en una sanción de por vida y alertaron de que el de Onyia no será seguramente el único positivo que se haya dado en los recientes campeonatos de España. También se preguntaban si la federación, pese a que Onyia cumplía todos los requisitos, podría no haberla seleccionado dado su potencial peligro.
A esta cuestión, fuentes de la federación respondieron que Onyia, de 29 años y española desde 2007, cumplía con todos los requisitos objetivos para acudir a Pekín: había realizado la mínima y había terminado entre las dos primeras (segunda, tras Caridad Jerez) en los campeonatos de España. “Los criterios objetivos es algo que reclaman los atletas e intentamos seguirlos al máximo. No podemos llevar solo a quienes nos guste”, señalan en la federación. “Hemos consultado varias veces el aspecto legal con abogados y no hay ninguna ley que nos respalde si no cumplimos los criterios que nosotros mismos exigimos. Hay sentencias internacionales que han impedido a algunos países a aplicar la tolerancia cero que a nosotros nos gustaría también de no seleccionar a nadie que haya dado alguna vez positivo aunque haya cumplido su sanción. Estamos con las manos atadas”.
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