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Los escalofríos defensivos del Barça

Los azulgrana inician hoy la búsqueda de su quinto título con dudas sobre la consistencia en la zaga, tras encajar 12 goles en seis partidos de pretemporada

Jordi Quixano
Mascherano trata de robarle el balón a Reyes en la Supercopa.
Mascherano trata de robarle el balón a Reyes en la Supercopa.K. Huesca (EFE)

Al Barcelona no se le ha olvidado presionar alto, sobre todo porque así lo exige Luis Enrique. Tampoco ha dejado de correr hacia atrás en las contras de los rivales ni ha cambiado su defensa mixta en las jugadas a balón parado. Pero encaja muchos goles, más que nunca desde que llegara Luis Enrique. “Los errores en defensa hay que trabajarlos y mejorarlos. En eso estamos. Lo bueno es que ya los conocemos porque si queremos ganar títulos tenemos que trabajar bien en ataque y en defensa”, resolvió ayer el técnico en la rueda de prensa previa al duelo de la ida de la Supercopa de España ante el Athletic (22.00h. Telecinco y TV3). Y, por lo visto hasta ahora, son tres taras acentuadas: la poca consistencia que muestra en su área para evitar los remates rivales; la escasa solvencia en las jugadas de estrategia; y la fragilidad de la banda derecha.

Mientras ahora reciben dos goles por partido, durante el curso pasado se quedaron en 0,5 por choque

Suma el Barça seis encuentros desde que empezó la pretemporada y ya ha recibido 12 goles, por lo que sale a dos por partido. En el curso anterior, apenas concedió 0,5 por choque. “Es algo puntual, más propio de pretemporada. Pero no hemos cambiado nada, somos los mismos jugadores y seguro que encontraremos la estabilidad”, señala Piqué. Aunque Luis Enrique tiene clara la receta: “Debemos defender bien cerca del área y minimizar los daños cuando nos llegue el rival”.

Ocurre, sin embargo, que no es sencillo, condicionado como está el Barça con su propuesta. Aprieta Luis Suárez arriba como pocos a la raíz del equipo rival y las líneas siguientes también dan un paso al frente para el anticipo, para intentar coger a cada jugador contrario y así impedir la línea de pase. Pero superado el acoso, tanto el Manchester United como el Chelsea y el Sevilla bascularon hacia su costado izquierdo para atacar al lateral derecho azulgrana. “Es que Messi no cierra tanto como puede hacerlo Rafinha, Pedro o Neymar. Por eso nosotros buscamos profundizar por ahí porque en muchas ocasiones puedes estar en superioridad numérica y hacerle a Alves un dos contra uno”, aclara Monchi, director deportivo del equipo andaluz. Así llegaron cuatro de los 12 goles: dos del United, un eslalon de Hazard (Chelsea) que nació pegado a la línea de cal y otro del Sevilla. Y todos a la contra. “No me preocupa”, interviene el presidente Josep Maria Bartomeu; “jugamos avanzados porque así es nuestro sistema”.

También se cosieron estupendamente a balón parado durante el año pasado. Pero ahora es otro agujero que requiere un torniquete porque otros cuatro tantos fueron así: dos saques de esquina en los que se perdieron las marcas (LA Galaxy y Manchester United); otro de libre directo de Banega; y uno último de penalti de Gameiro, como consecuencia de agarrón tras un centro que, claro, vino por la derecha. “En la estrategia siempre hemos hecho daño, es algo histórico”, resolvió Monchi. “Era una de nuestras bazas a exprimir”, añadió Iborra. “Pero por arriba es cuestión de altura”, se justificó Mascherano.

“Cuando tienes el partido tan bien encaminado no lo puedes poner en riesgo como hicimos”, conviene Mascherano

La evidencia de la hemorragia azulgrana se dio ante el Sevilla, capaz de igualarle tras ir 4 a 1 por detrás. “Cuando tienes el partido tan bien encaminado no lo puedes ponerlo en riesgo como hicimos. No sólo fue por un motivo, pero defensivamente no estuvimos con la misma tensión que en los primeros 60 minutos”, convino Mascherano, siempre autocrítico; “o quizá no supimos controlar el partido de otra manera. Se volvió loco y es lo que menos puede pasar”.

Luis Enrique, en cualquier caso, es rotundo. “Tenemos que mejorar en ese tipo de situaciones”, explica. “Tuvimos fallos tácticos e individuales. Tenemos que mejorar porque en un partido puede que no nos afecte, pero en una eliminatoria los goles encajados te pueden afectar mucho”, completa Busquets, consciente de que van a San Mamés a medirse con el Athletic, equipo de centímetros y de contras. “Pero yo no detecto un problema grave; hay que esforzarse y estar conectados para que no se repita”, apostilla Piqué. “No creo que vayan a tener muchos apuros”, agrega Monchi; “porque no tocan la estructura ni la idea defensiva”. Aunque si las cosas se complican, si llegan los escalofríos, siempre queda Messi.

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