Rami, cinco kilos menos y una semana sin entrenar
El central condiciona el once del Sevilla y está casi descartado para jugar contra el Barça
Rami, uno de los fichajes más importantes del Sevilla en la presente temporada, es la gran incógnita en el once inicial del equipo andaluz ante el Barcelona. El central francés se intoxicó el pasado lunes en una barbacoa junto a sus compañeros Kolo y Nzonzi, que son baja para disputar la final. El internacional francés ha perdido cinco kilos después de la infección alimentaria y lleva una semana sin entrenar. "Es muy complicado que juegue", afirman en el club andaluz. "No obstante, es un futbolista con una fortaleza física importante y todavía hay algunas horas por delante. No está descartado del todo, pero es muy complicado", añaden.
Rami sí presenta mejor aspecto que en anteriores días y en el Sevilla no se ha perdido totalmente la esperanza de que pueda jugar la final. Es muy importante la presencia de Rami, ya que el técnico Unai Emery no puede contar con los centrales Carriço y Pareja, lesionados, así como Kolo, uno de los intoxicados. Además, el preparador no confía demasiado en los canteranos Luismi y Diego González, que también han viajado hasta Georgia. El reto de una final de competición europea ante el Barcelona es demasiado alto para ellos.
La duda de Rami no se desvelará en el entrenamiento previo al encuentro y sí el propio día de la final, cuando Emery mantenga una conversación con el defensa francés. El vasco, muy preocupado por lo ocurrido en los últimos días, mantiene tiene una gran confianza y una buena relación con Rami desde que ambos coincidieran en el Valencia. De hecho, Emery vio con muy buenos ojos la contratación del futbolista, que militó las últimas temporadas en el Milan después de una exitosa etapa en el Valencia.
Unos 180 aficionados del Sevilla se han trasladado hasta Georgia para acompañar a su equipo en su octava final europea. Tiflis ha acogido a la expedición andaluza con un tiempo caluroso, en torno a 33 grados, y la exquisita amabilidad de sus habitantes. La UEFA ha optado por la disputa de la final de la Supercopa para fomentar el fútbol en este país asiático y ayudar en la mejora de sus infraestructuras. Así, el organismo europeo ha aportado fondos para la remodelación del Boris Paichadze Dinamo Arena, antiguo estadio nacional de Tiflis, donde se jugará el encuentro. Los aficionados georgianos idolatran a Messi y van de forma abrumadora con el Barcelona.
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