El Piojo Herrera se disculpa con la afición tras su despido
El hombre que ilusionó a la afición mexicana deja el cargo por la puerta trasera
La caída de Miguel El Piojo Herrera no se gestó en el césped de un estadio. No la provocó un estilo de juego ni la falta de resultados. La salida del entrenador de la selección de fútbol la causó él mismo. La agresión a un periodista deportivo de la cadena TV Azteca, ocurrida este lunes en el aeropuerto de Filadelfia, le ha costado el trabajo. "Quiero ofrecer una disculpa pública a la afición, cuerpo técnico, jugadores, directivos y medios de comunicación por mi conducta en el penoso incidente", escribió el exentrenador en una carta difundida en las redes sociales.
El hombre que ilusionó a la afición mexicana por su pasión y sus formas desenfadadas deja el cargo por la puerta trasera, evidenciado por su falta de toleranciaa las opiniones. Ha mostrado estar dispuesto a rebatirlas con los puños. "Me queda claro que no es la actitud que debe tomar un entrenador... a pesar de haber recibido todo tipo de críticas, ofensas y burlas hacia mi familia y mi persona", escribió Herrera, que evitó disculparse directamente con Christian Martinoli, el periodista agredido.
Horas antes, la Federación Mexicana de Fútbol (FEMEXFUT) anunció el cese. “Nadie que quiera imponerse con agresiones sobre la libertad de expresión puede ser miembro de la Federación”, dijo Decio de María, el futuro presidente de la FEMEXFUT en una conferencia de prensa. “Los resultados no pueden ponerse por encima de nuestros estatutos, el respeto y las libertades. Lo ocurrido no muestra el espíritu de competencia leal y respetuosa que quiere el fútbol nacional”, dijo.
De María, que se convertirá en presidente de la Federación este sábado, no anunció quien tomará el lugar de Herrera como seleccionador. México no tendrá encuentros durante el mes de agosto. Entre septiembre y noviembre, sin embargo, tendrá dos partidos por mes. En octubre se medirá frente al antagonista de la región, Estados Unidos. Ambos lucharán por un boleto a la Copa Confederaciones de 2017. En noviembre, el Tricolor comenzará la eliminatoria hacia Rusia 2018.
Lo ocurrido no muestra el espíritu de competencia leal y respetuosa que quiere el fútbol nacional Décio de María, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol
Herrera estuvo al frente de la selección por un año y nueve meses. Llegó en octubre de 2013, cuando el pase de México al Mundial de 2014 peligraba. Las empresas de televisión en México, un poder fáctico en el fútbol mexicano, gestionaron el arribo del entrenador del América, propiedad de Televisa, al equipo nacional. La selección había fracasado en conseguir un pase directo en la eliminatoria de Concacaf. Tuvo que buscar un billete a Brasil en Oceanía. El Piojo llegó para preparar los encuentros ante Nueva Zelanda. Triunfó con facilidad con un marcador global 9-3 y México clasificó a su sexto Mundial consecutivo.
Ese fue el inicio de un récord positivo en 37 partidos: 19 triunfos, 11 empates y 7 derrotas. Su equipo ilusionó a los mexicanos en el Mundial de Brasil. Fue eliminado por Holanda en los últimos minutos del partido de octavos de final. No pudo llegar a cuartos, el espejismo para las selecciones mexicanas desde la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.
El mayor fracaso de su periodo llegó al inicio de este verano, en el torneo más importante del continente. Para la Copa América, disputada en Chile, decidió llevar una selección secundaria. Se escudó en el pretexto de que prefería concentrarse en el título de Copa Oro, una competencia de mucho menor nivel, que consiguió este domingo. En el torneo austral, sin embargo, el equipo fue eliminado en la ronda de grupos, con dos empates y una derrota.
Al Piojo le faltó la ambición y hambre que tuvo como jugador de la Copa América. Fue lateral de la selección que debutó en el torneo de la Conmebol. México acudió en 1993 como país invitado. Los verdes se colaron en la final, que perdieron contra Argentina.
Como futbolista, Herrera era conocido por el exceso de carácter que hoy le ha costado el cargo. Cuando jugaba duro los árbitros necesitaban tener las manos cerca de los bolsillos de las tarjetas. Así ocurrió en las eliminatorias al Mundial de 1994. México jugaba contra Honduras en el Azteca, el emblemático estadio en la capital mexicana. Herrera fue expulsado tras una criminal entrada sobre Dolmo Flores, que minutos antes le había dado un golpe en otra jugada. Esa mecha corta lo apartó de la Copa del Mundo. El seleccionador, Miguel Mejía Barón, creyó que era inconveniente llevar a Estados Unidos a un carrilero que podía ser un elefante en una cristalería.
Esa pasión por el juego, esa capacidad de vivir al límite lo que sucede sobre el campo de juego, ha sido una de las características de Herrera en el banquillo. Sus celebraciones como técnico del América se convertían en memes instantáneos que inundaban las redes sociales. El nombramiento en la selección atemperó esa frescura.
En esa nueva responsabilidad, El Piojo comenzó a sufrir el desgaste de las críticas, que no solo llegaron por su desempeño del equipo a su cargo. Su conducta fuera de los estadios también dio de qué hablar. El hecho más polémico llegó el 7 de junio, día de las elecciones legislativas, cuando publicó en su cuenta de Twitter una invitación a votar por el Partido Verde, una repudiada organización política.
Su volcánico temperamento quedaba expuesto frente a los periodistas en las conferencias de prensa que le recriminaban su apoyo al Verde o el pobre fútbol exhibido en Chile. Tras el fracaso de la Copa América, los señalamientos por el fútbol se agudizaron. Christian Martinoli, comentarista de Televisión Azteca, lo criticó por su estilo "marketinero y populachero". Herrera le respondió. "Solo un pendejo me critica... en algún momento me lo voy a cruzar, y ya discutiré con él", dijo en una conferencia de prensa tras la eliminación de la competición. Ese encuentro con el periodista crítico sucedió este lunes. Y le costó el cargo.
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