El nuevo Atlético de Madrid se inspira en el pasado

Arrancó la pretemporada el Atlético como quiso el profe Ortega, preparador físico, sinónimo de profesional de la extenuación, peor amigo de Luciano Vietto en las dos semanas de tortura en Los Ángeles de San Rafael, y al que incluso Fernando Torres le puso alguna carita tras tanta carrera. “Estamos sufriendo mucho”, se sinceró el 9, mientras el técnico uruguayo seguía a lo suyo. “La alta competición está en los detalles”, repetía continuamente, mientras su grupo sudaba y sudaba. Son conscientes Simeone y quienes le rodean que en la condición física está la primera piedra de un nuevo proyecto que busca repetir fórmulas pasadas. En la mente del entrenador argentino está recuperar al Atlético de hace dos temporadas, campeón de Liga y subcampeón de Europa, sustituyendo las piernas de entonces por las de ahora, todas ellas veloces, para volver a rearmar ese contragolpe que tanto rédito le dio.

Ayer en Burgo de Osma, en el primer amistoso de pretemporada, los rojiblancos sufrieron más de la cuenta en el III Memorial Jesús Gil y Gil ante el Numancia, al que descabellaron en la segunda mitad gracias a los goles de Lucas y Correa (0-2), dos de esos jugadores a los que todo mérito vale para convencer a Simeone. Le costó al cuadro rojiblanco encontrar la comodidad en un campo pequeño en el que las ayudas del conjunto soriano, al menos hasta que le duró el físico, evitaron los contragolpes de un Atlético a gusto con la pelota pero con poca chispa. El primer ensayo no resultó demasiado afinado.

Alineó Simeone a un equipo reconocible a pesar del baile de nombres, con Juanfran, Giménez, Godín y Siqueira en defensa, a pesar de que al lateral izquierdo brasileño le quedan las horas contadas pues Filipe Luis se unió ayer a la concentración rojiblanca, y solo queda que firme el contrato con el Atlético, que desembolsará 15 millones de euros por un jugador que solo ha permanecido fuera del Calderón una temporada, y por el que el Chelsea de Mourinho pagó 22 millones hace un año. La ganancia es clara. Y más teniendo en cuenta que Simeone no había encontrado un jugador que le convenciera en esa posición, lo que desequilibraba el juego ofensivo del Atlético, siempre inclinado a la derecha.

Para reforzar el ataque la secretaría técnica del conjunto rojiblanco ha apostado por jugadores como Vietto y Jackson Martínez, gacelas con empaque de elefante, que poco tienen que ver con la potencia estática de Mandzukic o Raúl Jiménez (a un paso de firmar su salida a la liga portuguesa), y que recuerdan, al menos en el caso del colombiano, a la potencia de Diego Costa que tanto desahogo ofreció a la hora de salir al galope en la temproada 2013-2014. El exdelantero del Oporto, que será presentado este domingo en el Calderón a las ocho, no participó en el encuentro y tampoco formará parte de la gira asiática. Se quedará en Madrid y llevará a cabo un plan específico de entrenamiento.

Junto a Griezmann, mejor fichaje del curso pasado, El Cholo cuenta con una terna de velociraptores a los que nutrirá principalmente Koke desde el centro del campo. La reubicación de este último  en el doble pivote es otra de las novedades del Atletico, consecuencia directa de la transformación ofensiva del equipo. Solo queda por concretar la llegada de Motta tras la marcha de Mario a la Fiorentina, aunque de no concretarse el regreso del italobrasileño, Simeone podría llegar a utilizar a Saúl o a Raúl García en esa posición.

Ante el Numancia Koke estuvo acompañado por Tiago, siempre correcto, que tuvo ayuda extra con Saúl, autor del primer remate a portería de los rojiblancos, si bien su labor en el centro del campo destaca por un derroche físico que ayudó, por ejemplo, en la defensa de las jugadas a balón parado. Trasladar al canterano varios metros por detrás de la posición que ocupaba el año pasado, otorga al Atlético la posibilidad de ensanchar el campo, especialmente del lado de Juanfran. El lateral internacional, pieza fundamental de Simeone, tuvo por delante tanto a Carrasco como a Vietto, otros dos de los recién llegados, en distintas fases del partido, y notó la falta de compenetración por eso de que por el momento se conocen más como compañeros de carreras.

En un discreto arranque de pretemporada el nuevo Atlético volvió a ponerse un traje que conoce bien pero al que todavía le falta remendar algunas costuras.