La sexualidad en la montaña

Entre los posibles motivos que pueden empujar a alguien a comprar Alpinismo bisexual y otros escritos de altura (Pepitas de calabaza, 2013), está sin duda su sugerente título. Y también, claro, la extraordinaria foto de portada en la que aparece su autor, Simón Elías Barasoain (Logroño, 1975), sobre la nieve y vistiendo un tanga, unas botas de montaña, una cinta roja en el pelo y en una pose, según sus propias palabras, de “pornógrafo de los ochenta”.

Alpinismo bisexual es un conjunto de escritos que van más allá del deporte: es una mirada irónica y con un toque de humor de experiencias en torno al deporte. “La escalada, el puro ejercicio físico de ascender, era algo anecdótico; lo importante era compartir un vivac con los amigos, comer una pasta que sabía a té del desayuno y compartir un cigarrillo bajo las estrellas, lejos de toda legislación”.

Es un gran libro de viajes, de piezas breves y muy bien escritas, en el que los regresos al hogar provocan situaciones hilarantes. Barasoain, por cierto, busca al Yeti. Asegura que no lo ha encontrado aún pero que a veces, cuando camina por la calle, se topa con abominables hombres de las nieves.