Luis Enrique: “La ambición de este equipo no tiene límites”

Aterrizó la expedición azulgrana en el aeropuerto de El Prat y cuando se abrieron las puertas del avión, asomó la Copa de Europa en manos de Xavi Hernández y su heredero Andrés Iniesta. Messi y Busquets cuidaban sus espaldas. Primero los cuatros capitanes y un paso por detrás el arquitecto del equipo, Luis Enrique, junto al presidente, Josep Maria Bartomeu. En Berlín el Barcelona grabó su nombre por quinta vez en la Champions y consiguió la segunda triple corona de su historia (la primera, en 2009). Un doble triplete sin precedentes en la historia del fútbol, que nadie en Barcelona se quiso perder.

Unos 200.000 aficionados homenajean a los chicos de Luis Enrique en las calles de Barcelona

A los tricampeones los esperaba la rúa, que los llevaría del Arco del Triunfo hasta el Camp Nou. “Champions” (campeones), “Segon tripl3t” (segundo triplete), “Seguim Fent Història” (seguimos haciendo historia), rezaba el autocar azulgrana, con las tres copas en lo alto, la vigésima tercera Liga, la vigésima séptima Copa del Rey y la quinta Champions. Barcelona se vistió de fiesta. Unos 200.000 aficionados, según algunas estimaciones, desbordaron las calles de Barcelona para homenajear a los chicos de Luis Enrique.La fiesta azulgrana ha acabado generando una gran polémica en las redes sociales por una frase sarcástica de Piqué sobre el Madrid y Cristiano Ronaldo. "Gracias, Kevin Roldán, contigo empezó todo", ironizó el defensa central en referencia al cantante colombiano que amenizó y difundió fotos de la fiesta de cumpleaños del delantero madridista tras la derrota (4-0) ante el Atlético.

Los jugadores se sumaron a la alegría de la afición. Piqué, Mascherano, Alves, Suárez y Neymar lideraban los cánticos desde el autocar. Desde la calle los hinchas se rendían principalmente frente a Xavi y Messi. Uno se va, el otro se queda. Los dos, eternos para la gent blaugrana. El catalán se plantó en la cola del autocar, con la senyera como capa. El argentino, fiel a su bajo perfil, se dejó ver poco. Salvo cuando junto a sus dos compinches de ataque protagonizó el hecho curioso de la tarde. Neymar pidió unas hamburguesas a un aficionado, que se las arrojó al autocar, y las compartió junto a Messi y Luis Suárez. El único que se lo perdió fue Claudio Bravo, que adelantó su retorno a Chile para unirse a su selección.

El viaje del triplete terminaba en su casa. Se apagaron las luces del Camp Nou, se encendieron los móviles de los cerca de 70.000 aficionados, que se movían suavemente de izquierda a derecha. Una imagen imborrable, para recibir, por última vez en la temporada, a sus héroes. Uno a uno aparecieron los jugadores del Barça. El aplausómetro de la afición lo lideraron Luis Enrique, Pedro, Alves, Iniesta, Messi y Xavi.

Después de un año difícil y duro como fue el pasado, volver aquí es algo espectacular”, aseguró Messi

El grupo azulgrana tomó la palabra de manera lucida. Especialmente, Messi, más líder, más aplomado que en otras ocasiones. “Después de un año difícil y duro como fue el pasado, volver aquí es algo espectacular”, aseguró el 10. La gente pidió a Alves. Y el brasileño, emocionado, expresó: “No sé cuanto durará este sueño. No sé si ha llegado al final —la gente gritó: “¡Noooo!”—, pero que sea eterno mientras dure”.

Xavi, en su último día como jugador azulgrana, ejerció de maestro de ceremonia. “Muchas gracias a todos por regalarme esta temporada”, dijo el capitán. Y cerró Luis Enrique: “El ansia y la ambición de este equipo no tienen límites”.