_
_
_
_

Benítez llega al Real Madrid para experimentar

El entrenador del Madrid se plantea un verano de pruebas, pero advierte que si no dan resultado impondrá el doble pivote y la férrea línea de cuatro que le caracteriza

Diego Torres
Rafa Benítez, el día de su presentación en el Real Madrid.
Rafa Benítez, el día de su presentación en el Real Madrid.ANGEL MARTINEZ (AS)

Rafa Benítez se dará un plazo para experimentar con la plantilla del Madrid, la más creativa que ha tenido en sus 20 años de carrera como entrenador. Pero si los ensayos no funcionan, o si los jugadores no le responden, afirma que cuando arranque la próxima temporada volverá rápidamente a imponer el rígido esquema táctico que mejor se identifica con su forma de trabajar: el 4-2-3-1 con un doble pivote de plomo.

Así lo anuncian en el club las personas que trabajan con él. Por primera vez en su larga trayectoria el nuevo entrenador del Madrid no tiene más alternativa que apartarse de la senda científica que le llevó al éxito y abrir la mente a otras formas de jugar, otros sistemas más flexibles tácticamente. Probará con un único mediocentro defensivo y concederá a Marcelo, Carvajal o Danilo un poco más de libertad en ataque. En los entrenamientos no dedicará tantas horas a ajustar las salidas a las presiones, las posiciones, las distancias entre líneas, el juego en zona que calcula metro a metro, hombre a hombre, relación con el movimiento del balón.

Más información
Benítez llega preso de la urgencia
A la oficina con Benítez
El nuevo técnico no tendrá competencias sobre fichajes

Será menos enfático en las prácticas sin pelota. Al menos de entrada. Se lo imponen dos circunstancias igualmente insólitas en su historial. Primero, no intervenir en la confección de la plantilla más que para opinar, si acaso, de forma puntual; segundo, disponer de un grupo de jugadores que, en su mayoría, no responden al perfil que caracterizó a los futbolistas que solía dirigir.

La base del sistema de Benítez en el Valencia, el Liverpool, el Chelsea, el Inter y el Nápoles fue el doble pivote defensivo en un esquema de 4-2-3-1 con laterales muy contenidos. “En el Valencia siempre teníamos seis hombres formados atrás”, recuerda Albelda; “así es imposible que te cojan al contragolpe”.

Albelda y Baraja eran sus pivotes en Valencia. Luego tuvo otros en una cadena de hierro que sucesivamente formaron Alonso y Mascherano; Sissoko y Leiva; Ramírez y David Luiz; y así, hasta Inler y Gargano en el Nápoles. En estos esquemas, los mediapuntas tuvieron un discurrir fatigoso, cuando no meramente marginal. Oscar y Mata, en el Chelsea, fueron una excepción. Allí, sin embargo, el que fichaba era Abramovich. Hasta ahora, salvo en su estancia en Stamford Bridge, el técnico madrileño se hizo cargo personalmente de las altas y las bajas. Invirtió 400 millones en el Liverpool bajo su responsabilidad de mánager y en dos temporadas en el Nápoles rozó los 130 millones. En Chamartín solo tendrá que preocuparse de adiestrar a los jugadores que le den.

El técnico llega a un equipo con una plantilla hecha por el presidente

En el Madrid, Benítez vuelve a encontrarse en un club que le entrega la plantilla hecha por el presidente. Con una particularidad. A menos que adelante a Pepe o Ramos al mediocentro, aquí no dispondrá de más pivote defensivo que Casemiro para equilibrar un plantel plagado de futbolistas desarrollados en la cultura de la mediapunta. Modric, Kroos, Illarra, James, Isco y Benzema responden a las cualidades del futbolista que vive por detrás de los goleadores. Pogba, el futbolista que más ambiciona contratar Florentino Pérez, es un interior llegador antes que un pivote.

“Yo vengo aquí a ser entrenador, a trabajar con la plantilla que tenga”, dijo en su presentación.

Benítez se dará dos o tres meses de plazo para poner a prueba a estos futbolistas que ahora deben resultarle un poco extraños. Hará algo que rara vez le ha dado resultados: improvisar. Si ve que los muchachos le responden y el equipo funciona sin ceñirse estrictamente a su idea de juego, seguirá adelante. Pero si la cosa no marcha no se dará mucho margen para volver a la senda que le brinda más seguridad.

Si para septiembre los resultados no son buenos implantará el 4-2-3-1 y se inventará dos pivotes. Asegura que lo hará aunque a la afición y a la directiva no le acabe de gustar. Porque el método Benítez admite variantes raras. Pero no tantas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_