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En medio de un páramo

El éxodo masivo de la élite mina la competitividad de la Liga Asobal

Robert Álvarez
Antonio Carlos Ortega, entrenador del Veszprem.
Antonio Carlos Ortega, entrenador del Veszprem.MARIUS BECKER

De Alemania a Rumania, pasando por Hungría, Francia, Polonia, Macedonia... La mayoría de los mejores jugadores y entrenadores españoles emigran durante los últimos años a diferentes clubes europeos de referencia. “La competición española, la Asobal, se reduce a ver qué pasa detrás del Barça. Parece que ha pasado a ser más interesante ver qué sucede del segundo clasificado para abajo. Y ahí hay más igualdad, pero menos calidad”, concluye Joan Cañellas.

El central del Kiel alemán conoce a la perfección los efectos de la crisis económica y la limitación de recursos de la mayoría de clubes españoles. Él militó en el Atlético de Madrid —heredero del Ciudad Real—, hasta que desapareció en 2013 debido a la deuda de casi un millón de euros con Hacienda y los impagos a jugadores y proveedores, cuando su presupuesto fue reduciéndose por debajo de los tres millones. Fueron los últimos equipos que pudieron discutirle al Barcelona la primacía, después de que también abandonaran la competición históricos como el Teka o el Portland. Tras la última época dorada del Ciudad Real, el club azulgrana ha recuperado el mando con cuatro ligas consecutivas, las dos últimas tras ganar los 30 partidos disputados. Esta temporada, el Naturhouse La Rioja, segundo, ha sumado 12 puntos menos. Muchos de los clubes sobreviven a través de micropatrocinios y ayudas de pequeñas empresas de sus zonas geográficas.

La competición española, la Asobal, se reduce a ver qué pasa detrás del Barça. Y ahí hay más igualdad, pero menos calidad” Joan Cañellas

 Las plantillas de los mejores equipos de la Champions reflejan el efervescente éxodo de jugadores y entrenadores españoles. Ugalde, Chema Rodríguez y Ruesga (Veszprem de Hungría), Cañellas (Kiel), Alex Dujshebaev y Sterbik (Vardar), Parrondo, García Robledo, Mindegía y Sierra (Szeged), Corrales, Montoro y Tioumentsev (Wisla Plock), Humet (Constanta) son algunos de los que han competido en la Champions con clubes extranjeros. Y siete de los ocho entrenadores que alcanzaron los cuartos de final de la máxima competición europea son españoles: Ortega (Veszprem), Pastor (Szeged), Cadenas (Wisla Plock), Raúl González (Vardar), Talant Dujshebaev (Kielce), Pastor (Naturhouse) y Pascual (Barcelona).

La cotización al alza de jugadores y entrenadores españoles a nivel internacional contrasta con el bajón competitivo de la Liga Asobal. “Equiparas los sueldos de los jugadores con lo que percibimos en otros países y acabas llegando a la conclusión de que en la Asobal, Barça aparte y alguna que otra excecpción, los demás son amateurs. Se echa de menos la calidad de años anteriores. Antes, muchos pabellones estaban llenos, ahora no. La Liga española no esta en un buen momento”, analiza Cañellas.

Las actuales generaciones no tienen el espejo donde mirarse, una Liga más competitiva, quitando al Barcelona” Talant Dujshebaev

“La presencia de tantos entrenadores y jugadores españoles en el extranjero lo veo con orgullo y al mismo tiempo con tristeza”, cuenta Talant Dujshebaev. “Me gustaría que entrenadores y jugadores pudiéramos competir y enseñar en España, pero tenemos que buscarnos la vida fuera. Las actuales generaciones no tienen el espejo donde mirarse, una Liga más competitiva, quitando al Barcelona”.

En la última convocatoría del seleccionador español, Manolo Cadenas, para los partidos de clasificación para el Europeo de Polonia que se disputará en 2016, figuran solo seis jugadores de la Asobal, cinco del Barcelona, Gonzalo Pérez de Vargas, Entrerríos, Sarmiento, Morros y Víctor Tomas, y uno del Naturhouse La Rioja, Albert Rocas. Los otros diez juegan en equipos extranjeros: además de Serbik, Cañellas, Alex Dujshebaev, Antonio García, Ugalde y Aginagalde, también Maqueda y Valero Rivera (Nantes), Goñi (Pays D’Aix) y Guardiola (Rhein-Neckar).

La Liga española carecía de patrocinador desde 2011, cuando concluyó su contrato con el Banco Sabadell Atlántico. En febrero, recibió un balón de oxígeno gracias al respaldo de un patrocinador como Bauhaus, empresa alemana especializada en bricolaje.

Chema Rodríguez presiona a Gurbindo.
Chema Rodríguez presiona a Gurbindo.MARIUS BECKER (EFE)

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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