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liga de Portugal | Vídeo

Portugal investiga la agresión policial a una familia hincha del Benfica

Un vídeo difundido en los medios muestra cómo un agente golpea a un padre y a un abuelo en presencia de un niño durante la celebración del título de Liga

Una imagen vale más que mil palabras. La imagen del niño desesperado gritando "mi padre no ha hecho nada" mientras la policía le golpea con saña, ha dado la vuelta al mundo. Todo ocurrió en las celebraciones del título de la liga de fútbol portuguesa. El Benfica se proclamaba el domingo campeón pese a empatar en el campo de Vitória de Guimarães. Con el triunfo se desató la histeria en esta ciudad y en Lisboa. En total 26 detenidos, una investigación policial abierta pero, sobre todo, el grito desesperado de un niño con la camiseta roja del Benfica.

El vídeo muestra a cuatro personas -un padre, dos hijos y su abuelo- con camisetas del Benfica cuando se acercan unos policías antidisturbios y tras unos segundos de charla, los policías comienzan a golpear con saña al que parece ser el padre. El abuelo trata de intervenir, mientras el hijo pequeño huye despavorido al grito de "mi padre no ha hecho nada" y con la sorpresa de los viandantes, que acabaron por socorrer al menor.

El autor de los golpes es el subcomisario Filipe Macedo Silva, jefe de investigación criminal de Guimarães y la víctima de los golpes, José Magalhães. Se ha abierto una investigación, pero de momento el policía alega que fue insultado y escupido por la víctima, mientras que ésta lo niega.

Estaba lleno de humo y mis hijos daban señales de deshidratación", declaró el agredido

Lo que iba a ser una fiesta del Benfica acabó el domingo con una noche vandálica. Ya en Guimarães, antes del partido, hubo incidentes entre las dos aficiones porque la Policía no impidió que coincidieran; después, en el estadio, la afición del Benfica quemó sillas y la policía intervino para detener a los vándalos -que desvalijaron la zona de ropa deportiva y los baños-. Fue en ese momento cuando la familia Magalhães, según declaración del padre, decidió abandonar el estadio.

"Estaba lleno de humo y mis hijos daban señales de deshidratación", ha declarado al diario Correio da Manha, que dio el vídeo de la agresión. "Una señora iba a atender a mi hijo cuando un policía se nos acercó y me preguntó que por qué habíamos abandonado el estadio  (es norma en partidos conflictivos que la hinchada forastera aguarde hasta que se desaloje el campo, para salir custodiada). Yo le dije que estaba lleno de humo y empezó a golpearme".

La versión del padre no coincide con la del policía que, en su informe acusa al detenido de "amenazas e injurias a la actualidad". Además, explica que la víctima "sabía que estaba siendo filmado e intentó sacar provecho de la situación". También alude al "porte físico" del padre para dificultar su detención. El detenido ha prestado declaración en los juzgados, mientras que el Ministerio del Interior ha abierto dos investigaciones sobre los incidentes, tanto en Guimarães como en Lisboa, que deberán ser resueltos antes de 30 días. "No puede ni debe haber juicios en la plaza pública", ha declarado la ministra de Interior, Anabela Rodrigues. El policía se enfrenta a tres procesos: la acusación judicial del padre golpeado, la investigación del cuerpo de Policía y la del Ministerio.

Pese al impactante vídeo, los acontecimientos más violentos se desarrollaron en Lisboa, ya de noche. El equipo campeón se trasladó desde la ciudad norteña a la capital del país, para festejar el título en la céntrica plaza Marqués de Pombal, pero poco después de llegar, todo derivó en una batalla campal entre unas decenas de hinchas y policías. Ni futbolistas ni directivos del club pudieron apaciguar los ánimos de grupos de jóvenes que lanzaban piedras y botellas de cristal contra los policías, que intervinieron para disolver la concentración. Al parecer, durante la concentración se proyectó en una pantalla gigante el vídeo del padre benfiquista golpeado por el policía.

La rocambolesca noche del 34º título de Benfica se saldó con 26 detenidos, varias decenas de heridos (nueve de ellos policías) y destrozos materiales allí por donde pasaron los hinchas del equipo campeón.

El club benfiquista, que hacía 31 años que no ganaba dos ligas seguidas, ha sido muy criticado por la organización del festejo en Lisboa, sin apenas preparación y con la posibilidad de haberlo retrasado al próximo domingo, cuando el equipo juega en casa ante su afición.

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