Otamendi no es suficiente
El Valencia no pasa del empate ante el Celta y se obliga en Almería a mirar el resultado del Sevilla en Málaga para amarrar la cuarta plaza
Tantas veces fiable en Mestalla en esta temporada en la que ha logrado 15 victorias, el Valencia no pudo pasar del empate ante el Celta. No pudo certificar el conjunto de Nuno la cuarta plaza que da acceso a la previa de la próxima edición de la Liga de Campeones, objetivo fundamental e irrenunciable del club de Peter Lim presente en el feudo valencianista para presenciar una fiesta que tendrá que aplazar una semana. Para ello tendrá que igualar en Almería, que se juega el descenso, el resultado que obtenga el Sevilla en la Rosaleda o que no pase del empate el cuadro de Emery ante el Málaga, que se juega a su vez la séptima plaza que puede dar el pase a la Liga Europa. Se da la circunstancia que una victoria del Valencia y una derrota del Atlético de Madrid ante el Granada que también pelea por mantenerse en Primera, le otorgue la tercera posición y el pase directo a la Champions. El todo o nada en 90 minutos de pasión en la última jornada de curso.
VALENCIA, 1 - CELTA, 1
Valencia: Alves; Barragán, Mustafi (Negredo, m. 69), Otamendi, Gayà; Javi Fuego; Feghouli, Parejo, André Gomes (Enzo Pérez, m. 34), Piatti (De Paul, m. 57); y Alcácer. No utilizados: Yoel; Joao Cancelo, Vezo y Orban.
Celta: Sergio Fernández; Hugo Mallo, Cabral, Fontàs, Jonny; Álex López (Sergi Gómez, m. 80), Krohn-Dehli; Orellana, Pablo Hernández (Borja Fernández, m. 66), Nolito; y Larrivey (Charles, m. 85). No utilizados: Rubén Blanco; David Costas, Madinda, Bongonda y Sergi Gómez.
Goles: 0-1. M.7. Pablo Hernández 1-1. M. 70. Otamendi.
Árbitro: Gil Manzano. Amonestó a Cabral, Mustafi, Nolito, Krohn-Dehli, Borja Fernández y Jonny.
Unos 50.000 espectadores en Mestalla.
Al Valencia le faltó serenidad y juego. Y, por el contrario no le faltaron ocasiones para lograr un triunfo trascendente ante un Celta que demostró en Mestalla todas sus credenciales. El conjunto de Berizzo compite bien y, por momentos, juega como los ángeles. Se lo hizo ver al Valencia de principio a fin cuestionando el resultado final, que bien pudo decantarse también del bando gallego que padeció, por el contrario, el ánimo del Valencia hasta el final.
De inicio, el Celta sintió la presión de Mestalla, la intensidad del Valencia que no especuló. Y sin embargo, en la primera llegada del conjunto de Berizzo al área de Alves encontró oro. A los siete minutos, Nolito se fabricó un córner que el mismo botó para que Pablo Hernández cabeceara a la red. El gol tuvo un efecto sedante para el Valencia, revitalizado el Celta siempre dispuesto con el esférico en su poder, fiel a sus principios.
Le costó encontrarse al grupo de Nuno, directo y vertical ante el buen hacer del centro del campo gallego. Solo André Gomes, con su muestrario de controles y fintas en carrera, mantenía en vilo a la zaga del Celta extremadamente vigilante también en las jugadas a balón parado en las que siempre generan peligro los valencianistas. A la media hora de juego, una nueva contrariedad para el conjunto che. André Gomes, el mejor jugador hasta el momento del conjunto de Nuno, tuvo que retirarse del terreno de juego por un pinchazo en el muslo izquierdo tras un disparo del portugués sustituido por Enzo Pérez, uno de los fichajes estrella de Peter Lim.
Incrementó el ritmo el Valencia en el último tramo del primer acto e hizo saber al Celta que ganar en Mestalla no resultaría barato. Y nada más iniciarse el segundo periodo el travesaño salvó a Sergio Fernández tras un cabezazo de Otamendi. Los jugadores che se conjuraron abrazados antes del inicio de la segunda mitad. La victoria requería lo mejor de cada uno para doblegar a un buen Celta.
La ocasión de Otamendi fue el preludio del asedio que le esperaba al Celta que no renunció a dar réplica. El encuentro tuvo se mantuvo vivo, sin tiempo para el respiro. No lo tuvo el Celta, salvado en un principio por la falta de temple en los últimos metros del Valencia, condenado, sin embargo, por un error de Sergio Fernández al no blocar el tiro de falta centrado de Parejo. Otamendi recogió el regalo para lograr el empate. El quinto gol del central argentino. Quedaban 20 minutos y para entonces ya se encontraba en el terreno de juego Negredo. Nuno optó por el todo o nada retirando a Mustafi por el delantero cedido por el City. Ya no hubo marcha atrás. Y el empate deja todo pendiente para la etapa final.
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