Carla Suárez se queda sin depósito ante Sharapova en al final de Roma

La rusa Maria Sharapova, de 28 años, se proclamó campeona del Masters 1.000 de Roma al vencer en la final a la española Carla Suárez por 6-4, 5-7 y 1-6, después de un pulso que se prolongó hasta las dos horas y 35 minutos, con 32º de temperatura en el Foro Itálico. Se trata del segundo torneo que gana la jugadora de Niagan en este año, tras el de Brisbane. Finalista en el primer grande del curso, en Australia, la semana pasada se quedó en la penúltima ronda en Madrid, así que la rusa llegará en un buen punto a París: 35 trofeos ya bajo el brazo y, de nuevo, en el segundo escalón de la WTA.

Ganadora en 62 de sus 68 últimos duelos sobre tierra, esta vez encontró en Carla una rival muy sólida. La española se impuso en el primer set con un juego consistente y lineal, sin fisuras. Desde el momento en el que logró la ruptura (3-2), despejó el camino y lanzó un aviso a Sharapova, poderosa desde el fondo de la pista, pero sin soluciones cuando su rival le proponía intercambios duraderos. Porque puede que a Carla le falten los atributos físicos que imperan hoy día en el tenis, la altura, la envergadura, la palanca en los servicios, pero cuando de lo que se trata es de que la bola tenga recorrido, de jugar, hay muy pocas como ella.

El segundo parcial se tradujo en un cuerpo a cuerpo. Acuciada por la necesidad, fue Sharapova quien tomó la iniciativa, pero a cada ruptura del servicio por parte de la rusa le respondió Carla con buenos restos, con un abanico de recursos técnicos exquisito y con breaks, cinco en total entre las dos. En los puntos críticos, sin embargo, Masha sacó toda su rabia y azotó con la derecha (67% de puntos ganados con el servicio, por el 50% de Suárez), ahora sí certera y definitiva, profunda en los golpes, así que consiguió estirar el duelo hasta el tercer set.

"Debes jugar al límite Carla, porque sino dentro de un rato ella te puede pasar por encima. Resiste, compite como un animal, con nuestro patrón. No quiero que el estrés físico te afecte al carácter", le arengó el técnico Xavi Budó a la española, que no se entregó en ningún momento, pese a que sus reservas bajaban progresivamente y las zancadas de Sharapova fueron ganándole terreno.

"Me he sentido muy cansada, pero a pesar de esto he estado luchando todo el tiempo. Al final del segundo set María ha jugado más agresiva y creo que ha sido clave", precisó la canaria; "juega con mucha agresividad, como si estuviera en una pista dura. Ha hecho grandes puntos, golpes ganadores. Se mantiene todo el tiempo en el partido. Incluso estando un set abajo y 5-5, jugó con mucha convicción".

Lo intentó Carla por todos los medios, con una derecha académica y un revés a una mano delicioso, pero no fue suficiente. Se le hizo demasiado largo al final, sobre todo después de una semana en la que tuvo que derribar a tres top-10 (Bouchard, Kvitova y Halep) en duelos de máxima exigencia. Se le agotó el depósito a Carla, cada día que pasa más cerca de las más grandes. Tres finales en 2015 (Amberes, Miami y Roma), a partir de este lunes ya será la número 8. Y París le espera.