Marta Fernández, la correcaminos del basket español, cuelga las botas
La escolta del Perfumerías Avenida y de la Selección nacional abandona el baloncesto tras 20 años como profesional
Cada sábado por la tarde, o cada miércoles por la noche, en el pabellón salmantino de Würzburg se oye, con frecuencia, decir: la correcaminos Marta Fernández. O se oía, porque la escolta del Perfumerías Avenida, y de la Selección española, la hermana de Rudy Fernández, la jugadora con el dorsal número 5 abandona su pasión y su “vida”.
Al poco tiempo de llegar a Salamanca, para fichar por el Perfumerías Avenida, Marta Fernández fue apodada como la “correcaminos”, por su velocidad en el ataque, por su fuerza en la defensa y por su perseverancia en el juego. Estas fueron las características de una jugadora que en cada partido mostraba su pundonor, su sentimiento de equipo. Y ahora, decide “dar el paso de dejar el baloncesto”, para iniciar “una nueva etapa”, eso sí, cercana a su pasión y a su “vida”.
Se retira una referente para todo jugador profesional que nació para jugar a baloncesto" Rudy Fernández
A partir de ahora, quiere “disfrutar de la vida”, con “proyectos personales” como en la Fundación Rudy Fernández o a través del proyecto de la Federación Española de Baloncesto (FEB) Universo Mujer, ante la Copa del Mundo de Baloncesto femenino, que tendrá lugar en España en 2018. O también a través del periodismo, como licenciada en Comunicación, “unos proyectos muy bonitos que me apetece compartir con mi familia y con mis amigos”, según reconoce a El País la propia jugadora.
Unos la consideran un mito del baloncesto español. Otros, una leyenda. Pero en realidad, Marta Fernández deja el profesionalismo con 5 ligas femeninas, seis copas de la Reina, una supercopa de Europa, seis supercopas de España, además de una liga, una copa y un supercopa con el Wisla de Polonia.
Reconocimiento a tres heroínas de la selección española
Marta Fernández, Cindy Lima y Ana Montañana recibieron hoy a manos del presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, una camiseta de la selección española, en la que cada una de ellas lucía el numero con las internacionalidades.
“Es un orgullo ser parte de esta familia, y hacerlo desde hace tiempo. Recuerdo ese Europeo Junior del 98, donde fuimos las tres campeonas de Europa, algo que es un momento importante de mi vida", aseguró Marta Fernández, que recibió su camiseta con el número 120 además su ficha de la Selección y el acta de su partido de debut, en el año 2000 en un partido ante Portugal en Torrelavega.
"La Selección es el equipo de mi vida, porque he estado en mucho equipos, en algunas temporadas hasta en tres; de muchos no tengo ningún recuerdo. Pero en la selección tengo amigas con las que he estado desde los 10 años", confió Cindy Lima, 123 internacionalidades.
"Cada año esperábamos a que llegara el verano para juntarnos, competir y superarnos. Creo que dimos el paso de subir un escalón internacional, algo de lo que estamos muy orgullosas", aseveró Anna Montañana, tras recibir el acta de un España-Letonia en el Europeo del 2009 en el que anotó 25 puntos, su récord con la selección en sus 129 partidos internacionales.
En la selección española, sus números son, también, brillantes: 120 veces ha sido internacional, jugó los juegos Olímpicos de 2004; además de conseguir cuatro medallas de bronce, en los Juegos del Mediterráneo en 2001; en el Europeo, de 2003 y 2005; y en el Mundial de 2010. Y con la selección junior, fue campeona de Europa en 1998.
Sin embargo, esta temporada pasada fue menos victoriosa de lo que se podía esperar. Con el Perfumerías Avenida jugó la final de la Liga española, aunque no pudo conseguir el título, tras ser vencidas las salmantinas por el Spar CityLift de Girona. Y en la Euroliga, perdieron en cuartos de final con el USK de Praga, que fueron, al final, las campeonas del campeonato.
“Eso fue lo que me hizo dudar. Me decía como me voy a ir sin ganarlo. Pero más en frío lo piensas bien y haces balance de todo y consideré que era el momento. No me puedo quedar con este final sino con toda la trayectoria 20 años como profesional”, añade Marta Fernández.
La escolta española fue considerada, además, como una pionera al salir al extranjero, ya que se fue al Wisla Can-Pack de Cracovia (Polonia) para jugar tres temporadas consecutivas. Fue en el año 2007, cuando apenas ninguna jugadora profesional salía a Europa. Ahora, las estrellas se van para jugar en los grandes equipos de Praga, de Polonia, de Turquía o de Rusia. Aquella fue, como reconoce Marta Fernández, “una experiencia buenísima, porque maduré mucho como persona y como jugadora”.
Como también le ocurrió cuando logró que Los Ángeles Sparks, uno de los grandes equipos de la liga femenina de Estados Unidos, la WNBA, se fijara en ella. En 2007 llegó a la liga estadounidense y ya en ese verano consiguió formar parte del mejor quinteto ‘rookie’.
Marta Fernández explica que aquella fue, “sin duda”, una de las “mejores experiencias” que le ha dado el deporte. “Fue un sueño hecho realidad. Iba con las expectativas muy bajas porque todas las españolas que habían ido no habían disfrutado de muchos minutos y era difícil hacerse un hueco. Sin embargo y tuve la suerte de que fue todo muy rodado y jugué muchos minutos”, afirma. La WNBA le hizo ver “el baloncesto desde otra perspectiva”, aprendió “aspectos físicos”. Fue una experiencia “alucinante”.
Y ahora, después de 20 años como profesional, quiere llevar su experiencia a los despachos, donde apoyar el baloncesto femenino. Aunque ella no es partidaria de las comparaciones entre el deporte de mujeres y el de hombres, porque “no me gustan”. Sin embargo, solo pide que se “invierta más en el deporte femenino” y que en los medios de comunicación “haya un mayor seguimiento”.
La correcaminos es ya historia del baloncesto español. Como dijo su hermano Rudy Fernández en las redes sociales, el día en el que Marta Fernández anunció su despedida, “se retira una referente para todo jugador profesional”, que “nació para jugar a baloncesto”.
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