Rosberg se reivindica en el Gran Premio de España

Nico Rosberg logró su objetivo. Partió desde la pole position y dominó la carrera de principio a fin, sin que ni siquiera su compañero de equipo, Lewis Hamilton, pudiera esta vez perturbarle. La estrategia de dos paradas de Rosberg fue perfecta, mejor que la de Hamilton que tuvo que realizar tres paradas para asegurarse un final cómodo frente a la presión de Sebastian Vettel, que en Montmeló tuvo que conformarse con la tercera posición. El dominio de Mercedes fue total en el Gran Premio de España. Sus dos pilotos permitieron a la escudería alemana realizar el tercer doblete de la temporada.

A Rosberg, de 29 años, la victoria le supuso una liberación. La tensión a que ha sido sometido por Hamilton en este inicio de temporada ha sido terrible. El británico había ganado tres de las cuatro primeras carreras y había sido segundo en la otra, asegurándose una distancia notable en el liderato de la clasificación mundial. Su ventaja sobre Rosberg, antes de Montmeló, era de 27 puntos. Y el alemán tenía la clara conciencia de que corría un riesgo terrible de convertirse en el segundo piloto de su equipo, si no conseguía demostrar que también era capaz de ganar.

Me dijeron que hiciera un pit-stop. Y no pude parar, casi juego a los bolos con ellos"

La de Barcelona fue su novena victoria en la F-1 y la primera de esta temporada. La última vez que subió a lo más alto del podio fue en Brasil, en la penúltima carrera del año pasado. Rosberg, no permitió ninguna sorpresa en la salida y fue aumentando su distancia en relación a un Vettel que adelantó a Hamilton en la primera curva, y al resto de rivales. Transcurridas 10 vueltas su ventaja era ya de siete segundos sobre el ferrarista y de ocho sobre su compañero de equipo.

Estaba claro que la carrera iba a dirimirse entre los tres. Y Rosberg se ocupó de dejar claro que la victoria sería para él. Entonces, la cuestión era comprobar si Vettel podría mantener su posición frente a Hamilton. Y tras la segunda parada en el taller del británico (32 vueltas), se demostró que Ferrari equivocó su estrategia de retrasar el cambio hasta la 40ª y saldar la carrera con solo dos paradas. Hamilton le ganó la batalla. Por detrás, Valtteri Bottas se mantuvo cuarto, a pesar del ataque final de Kimi Raikkonen.

La carrera devolvió a lo terrenal a Carlos Sainz. Su estratosférica quinta posición en la clasificación le sirvió de poco desde el momento en que tomó la salida. Ya de entrada fue superado por su compañero de equipo, Max Verstappen. Pero en las primeras vueltas no pudo mantener el ritmo trepidante de sus perseguidores y vio como le adelantaban sucesivamente Raikkonen, Massa, Maldonado, Ricciardo, Grosjean y, más tarde, también Kvyat. Tras 15 vueltas, el madrileño entró en el taller para colocarse neumáticos blandos de nuevo y salió a pista en la 12ª posición. Sainz, sin embargo, realizó un excelente final de carrera adelantando a Verstappen para la décima posición y a Kvyat en la última vuelta para la novena, tras tocarse y pasarle por fuera de la pista. El incidente fue investigado por los comisarios, por considerarlo al menos dudoso pero acabó sin sanción.

“Desde la salida ya me di cuenta de que el coche no funcionaba como en la clasificación”, señaló Sainz. “Cuando el coche está cargado de gasolina, nos cuesta mucho más. Así que opté por correr muy conservador y preservar bien los neumáticos esperando a las últimas vueltas. Entonces, ya con el depósito vacío, el coche marchaba mucho mejor y pude atacar a mi compañero Verstappen y pasarle, y superar también a Kvyat (Red Bull). No quería que se me escaparan los puntos en la carrera de mi casa”.

Peor todavía le fue a Fernando Alonso. El asturiano se debatió en la salida para ganar una posición y situarse 12º. Llegó a alcanzar la séptima plaza cuando los coches de la zona intermedia comenzaron a entrar en el taller. Su ritmo era bueno. Pero cuando le tocó su turno (21ª vuelta), regresó retrasado hasta el 14º lugar. Entonces sus problemas se agudizaron más todavía, porque a las pocas vueltas sus frenos comenzaron a fallar, obligándole a regresar de nuevo al taller. Ni siquiera pudo parar el coche en la zona marcada. Era la 26ª vuelta y el equipo decidió que abandonara. Una nueva decepción. Porque Jenson Button, se debatía en las últimas posiciones solo por delante de los dos Manor. La gran evolución de McLaren no se reflejó sobre el circuito. Siguen a una distancia abismal de los coches de cabeza, pero parece que se acercan al final del túnel.

“No tenía frenos”, reconoció Alonso. “Me dijeron que hiciera un pit-stop. Y no pude parar, casi juego a los bolos con ellos. La estrategia era a dos paradas. Las simulaciones nos decían que podíamos acabar octavo o noveno. Pero no pudo ser. Intentaremos ver cuál ha sido el problema”. El piloto asturiano agregó: “Hay preparado algo nuevo para Mónaco: motor y aerodinámica. Ojalá sea una carrera un poco alocada y podamos aprovechar nuestras opciones. Poco a poco nos vamos metiendo en la zona media, pero todo el mundo mejora y nosotros debemos avanzar el doble. Sin embargo, estamos seguros de que lo podremos sacar adelante”.