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El Madrid se ventila al Bilbao en pleno rodaje para la Final Four

Los de Laso, liderados por Felipe y Sergio Rodríguez superan con sencillez a un rival apocado (78-52)

Faustino Sáez
Rudy Fernández busca el pase ante Williams y Todorovic
Rudy Fernández busca el pase ante Williams y TodorovicJuan Carlos Hidalgo (EFE)

Desde que el pasado jueves sellara en Estambul el pasaporte a su tercera Final Four consecutiva, el alma del Madrid de Laso vive en el día 15 de mayo. Lo que pase hasta ese día de San Isidro forma parte de la preparación física y mental para la gran misión pendiente del equipo: la conquista de la novena Copa de Europa del club. Rumbo a su día D, los blancos descontaron el partido número 61 de la temporada con una plácida victoria por incomparecencia. El Bilbao Basket no llegó a aterrizar en el Palacio y cayó sin rechistar ante un repertorio que se entregó a los ensayos y la dosificación de fuerzas porque hizo pronto los deberes. No hubo rastro del cuarto clasificado de la Liga Endesa ante un Madrid que alcanza en el liderato a Unicaja, al que recibe en cuatro días.

La disposición de los blancos desmintió el carácter experimental del quinteto de Laso. El técnico dio carrete desde el inicio a Campazzo para atajar a Colom, recurrió a Llull en el puesto de dos para contener a Bertans y encargó a Rudy el marcaje de Mumbrú. El resultado fue una defensa intensa y solidaria que abrumó a un Bilbao nublado como la mañana. Mientras se producían las maniobras de ajuste, Felipe Reyes decidió que era buen momento para volver a recordar la diferencia entre lo contingente y lo indeleble. El capitán madridista concentró las virtudes de su libro de estilo en 6m 39s que finiquitaron la contienda antes de que comenzara. En ese tiempo anotó siete puntos, cogió tres rebotes, recibió tres faltas y desmoralizó a todo el juego interior de Sito Alonso (con la sensible baja de Hervelle). No regresó a la pista hasta el tercer cuarto. Había cumplido con creces.

REAL MADRID, 78-D. BILBAO BASKET, 52

Real Madrid (23+29+14+12): Rudy (10), Campazzo (13), Reyes (11), Ayón (4) y Llull (7) -equipo inicial-, Rivers, Nocioni (4), Carroll (10), Maciulis (3), Rodríguez (6), Bourousis (6) y Slaughter (4).

Dominion Bilbao (7+17+19+9): Bertans (10), Colom (5), Mumbrú (5), Williams (6) y Wragge (3) -equipo inicial-, Borg (4), M. Todorovic (14), D. Todorovic, López (5) y Andjusic.

Árbitros: Juan C. Arteaga, José R. García y Jacobo Rial. Sin eliminados.

8.599 espectadores en el Palacio de Deportes de Madrid (Barclaycard Center).

La exhibición de Felipe redondeó un parcial de 13-5 con el que el Madrid marcó territorio y agilizó los trámites de un encuentro sencillo por lo apocado del enemigo. Rudy completó la faena y dejó el tanteo del primer cuarto en un contundente 23-7. En esos 10 minutos el Bilbao tan solo encontró espacio para anotar un triple de Bertans y un par de canastas de Williams. Un desalentador 3 de 17 en tiros de campo que selló la rendición prematura de los hombres de negro y dio paso a la fiesta madridista. Sergio Rodríguez (8 rebotes y siete asistencias) y Campazzo (13 puntos) administraron la aplicación defensiva tirando de agitación en cada viaje al aro rival y Carroll le añadió al plan los puntos necesarios para encender el tocadiscos.

La estadística al descanso retrataba a la perfección la distancia abismal que se vivía sobre el parquet: 25-14 en la pelea por el rebote, 70% en tiros de dos para los blancos frente al 33% del Bilbao, 55% desde el triple por el 17% del rival, 52-24 en el marcador y 76-13 en la valoración. Laso aprovechó para ganar profundidad de banquillo sacando a Bourousis del diván, desatando los muelles de Slaughter, cincelando la aportación episódica de Nocioni y dando vía a libre al carisma de Campazzo. Todo iba rodado para los blancos hasta que se dobló el tobillo derecho de Carroll. En el tercero de sus tres triples sin fallo, el escolta de Wyoming realizó un mal apoyó en la caída y estremeció a la parroquia local que, a 19 días de la Final Four suspira porque no haya bajas en la tropa de asalto a La Novena. El primer diagnóstico apunta a un esguince leve.

Carroll se marchó a la pata coja rumbo al vestuario sin esperar a ser atendido pero, a pesar del contratiempo, el Madrid no dejó de correr. Los puntos de Todorovic y Bertans quedaron diluidos por la aportación coral del elenco de Laso que mediado el tercer cuarto estiró el demarraje hasta los 30 puntos de ventaja (60-30, m. 26). Hay acabó un partido que, en realidad, nunca existió.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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