Desbordados por fuera y por dentro

Si se enfrenta el 4-4-2 de Simeone al 4-3-3 de Ancelotti en cualquier pizarra con un campo de fútbol dibujado en ella, las fichas rojas que identifican a los centrocampistas del Atlético parecen a priori capaces de imponerse a las numéricamente inferiores fichas blancas del Madrid. Sin embargo, semejante situación no ha provocado que los rojiblancos hayan sido hasta el momento los propietarios del balón en los siete derbis que se han disputado esta temporada. En el último encuentro en el Calderón, esa entrega deliberada tuvo su reflejo en lo ocurrido en la primera mitad, donde los blancos mantuvieron la pelota el 64,2% del tiempo, para desesperación de Gabi y Mario, sobrepasados continuamente.

El Madrid neutralizó la fortaleza del centro del campo rojiblanco gracias al refuerzo de Marcelo y Carvajal, que dieron salida por banda al equipo, junto con Benzema, que se acercó habitualmente al centro del campo para ofrecer una alternativa por dentro. Los tres movimientos provocaron que la línea de cuatro del Atlético no fuera suficiente para taponar las embestidas del Madrid, de las que resultaron los disparos de Bale, James o Modric, a los que respondió con acierto Oblak.

“En el descanso Simeone nos pidió que fuéramos nosotros mismos”, concedió Siqueira tras el partido. “Supimos reaccionar”, dijo Simeone. Lo cierto es que el Atlético subió la intensidad y redujo la posesión de su rival hasta el 58,4% del tiempo. De ahí que la lectura final del argentino fuera positiva. No así la de Ancelotti, que volvió a contemplar cómo su equipo se quedó sin marcar por cuarto derbi consecutivo a pesar de haber rematado en 16 ocasiones. “En casa podemos marcar”, apuntó tras el encuentro Carlo Ancelotti, “aunque el Atlético es uno de los mejores equipos del mundo defendiendo”, añadió.

Especialmente sin balón, le faltó añadir al italiano.