Maverick Viñales: “Márquez nos inspira a todos”

Quienes le vieron correr de pequeño dicen que era el único capaz de ganar a Marc Márquez, que aunque se caía mucho ya era el coco en los circuitos de Cataluña. Maverick Viñales (Roses, Girona; 20 años) ha crecido creyéndose capaz de todo, también de emular al campeón del mundo, dos años mayor que él. “Claro, a todos nos inspira. Por eso creo que si él puede hacerlo por qué otro no va a poder. Al final tienes que trabajar bien, tener las herramientas adecuadas, y darlo todo. Si todo el equipo se esfuerza puedes llegar lejos”, dice en una charla con EL PAÍS justo antes de estrenarse, como piloto oficial de Suzuki, en los primeros entrenamientos libres del Mundial de MotoGP, este jueves en el circuito de Losail, en Qatar.

Maverick, que le debe el nombre al protagonista de la película Top Gun, siempre fue muy deprisa. Campeón de España y de Europa de 125cc en el año 2010, al curso siguiente debutó en el campeonato del mundo: tardó apenas cuatro grandes premios para ganar su primera carrera. Dos años más tarde se proclamó campeón de Moto3 por ser el más listo y calculador de quienes optaban al título. El año pasado, en Moto2, sumó cuatro victorias y terminó tercero. Obviamente, fue, de nuevo, el debutante del año. E hizo oídos sordos a aquellos que le instaban a permanecer un año más en la categoría intermedia, donde tenía muchas posibilidades de sumar su segundo título mundial.

En Moto2 tenías que hacer ocho giros para poder dar una vuelta rápida. En MotoGP o haces la vuelta rápida a la primera o ya no sale”

La llamada de Suzuki –a mediados del curso pasado– le abría las puertas de MotoGP y él no tenía intención alguna de esperar más tiempo para enfrentarse a Márquez. Claro que, no es lo mismo correr con una Honda que hacerlo con una moto todavía por estrenar, en constante desarrollo, como la Suzuki. “Depende de como se mire debutar con la Suzuki puede no ser tan malo. Nadie te pide resultados. Esa exigencia dependerá de cómo funcione la moto y esta irá evolucionando con nosotros en la pista”, opina él. De momento, no se quiere fijar un objetivo, solo ganar experiencia: “Nuestro objetivo este año es aprender mucho para el año que viene hacer un buen resultado”.

Después de los primeros tests de pretemporada, superadas las agujetas de los primeros días –“Al final lo que cuenta es la técnica”, advierte– y probada la moto, Viñales ya sabe que se ve mejor en las curvas –“En un circuito más corto y con pocas rectas tendremos más posibilidades”– pues reconoce las deficiencias de su nueva máquina. “Es una moto que por lo que respecta al chasis está muy evolucionada, va muy bien, me hace sentirme muy cómodo y muy confiado, pero de motor pecamos un poco. En eso tenemos que evolucionar mucho todavía e intentaremos hacerlo rápido. En aceleración no va mal, pero le falta es velocidad punta, sobre todo de la cuarta a la sexta marcha”, explica.

Todavía no se entiende con eso de la telemetría. “Es demasiado pronto, aún estoy habituándome a ella”, admite. Aunque lo que más le costó fue asimilar el funcionamiento de los neumáticos. “El año pasado tenías que hacer ocho vueltas para poder dar una vuelta rápida. Aquí, en MotoGP, o haces la vuelta rápida a la primera o ya no sale. Eso cuesta cambiarlo”. Tendrá que habituarse. Al menos si, tarde o temprano, desea cazar a Márquez, como cuando eran unos críos.