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Nadal gana revoluciones

El número tres, más cerca de sí mismo, se cita con el canadiense Raonic en los cuartos de final de Indian Wells tras deshacerse sin sobresaltos del francés Simon (6-2 y 6-4)

Alejandro Ciriza
Nadal golpea la bola ante Simon.
Nadal golpea la bola ante Simon.FREDERIC J. BROWN (AFP)

Punto de giro. Por fin, debe de pensar Rafael Nadal. Encuentra el número tres del mundo alivio en el juego del francés Gilles Simon, al que derrota (6-2 y 6-4 en 78 minutos) para acceder a cuartos de Indian Wells, donde espera el cañonero canadiense Milos Raonic. Se relame y exprime cada peloteo porque encuentra un adversario que, por fin, le abre la vía hacia su verdadero objetivo: intercambios duraderos, traqueteo de piernas, minutos productivos sobre el asfalto. Diferentes registros para el golpeo. Las horas de vuelo y la puesta a punto que tanto persigue en la gira norteamericana. No es el galo, 14 en el ránking de la ATP, un dechado de condiciones, pero sí propone un tenis que él recibe como un bidón de agua en plena estepa californiana.

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Y eso que Simon, en su día la sexta mejor raqueta del mundo, es un rival peligroso. Un colibrí de apenas 69 kilos, un pollito, como le apodan, que revolotea por la pista con alegría y contragolpea a la que le deja Nadal. Este, sin embargo, disfruta. ¿Por qué? Porque después de que el holandés Sijsling (6-4 y 6-2) brindase una victoria por una vía demasiado rápida, sin tiempo casi para saborear el plato, y el estadounidense Young (6-4 y 6-2) propusiera un mano a mano de pistoleros, por fin puede galopar, cortar de revés, pegar de derecha y buscar las líneas. Mover de un lado a otro al francés, que cuando rebobina ve en el español su recuerdo más dulce, gloria, aquel triunfo en las semifinales Madrid, en 2008.

Por eso se suelta y dispara, aunque con un punto excesivo de riesgo, demasiado generoso quizá. La bola se le va –12 errores no forzados en la primera manga, 30 al final– y Nadal ataca. Ataca para volver a ser él, sube a la red, dibuja un globo. Firma un doble break que le allana el primer set, sellado con un 80% de efectividad en los puntos ganados al servicio. Buenas vibraciones. Desde luego mucho mejores que la tarde anterior, en la que cimentó su pase con la mente, muy por encima de su zurda.

Esta vez es diferente. Aún queda mucho camino por recorrer, aspectos que pulir, pero el físico no falla y las sensaciones acompañan. Gana revoluciones. Pega y la pelota pica con fuerza en el cemento, de arriba abajo, haciendo esa parábola que tan difícil se lo pone al galo. Se perfila, busca el ángulo y las clava. Simon, pobre él, responde y salva dos bolas de set, pero finalmente se entrega y comienza a cambiar el gesto amable con el que ha comenzado el partido.

Pega y la pelota pica con fuerza en el cemento, haciendo esa parábola que tan difícil se lo pone al francés

En el segundo parcial aparece un actor inesperado. El viento del Valle de Coachella se filtra por las gradas de la central del Indian Wells Tennis Garden, ahora a favor del español. Nadal, con tantas ganas, está incómodo en un principio (cede los dos primeros juegos), pero después le coge el punto a la corriente y vuelve a la carga. Pone el turbo, percute y encadena cinco juegos seguidos a su favor, así que todo parece listo. Pero no. Se mete en un pequeño lío porque con 5-2 desperdicia la oportunidad de cerrar el pulso y propicia el break de Simon, que ahora sí, empieza a desarrollar ese juego y ese revés a dos manos tan desquiciante que lleva veneno y ralentiza el ritmo.

Demasiado tarde. Nadal, más Nadal que ayer, pone el broche.

Feliciano tumba a Nishikori

En un buen momento, Feliciano López batió (6-4, 7-6(2)) al japonés Kei Nishikori para alcanzar por primera vez los cuartos de final del torneo, donde se medirá al escocés Andy Murray. Después de necesitar tres sets en sus dos primeros partidos (ante el francés Roger-Vaselin y Pablo Cuevas), el toledano llegó a punto para doblegar al jugador asiático, cinco del mundo.

Quien no pudo avanzar de ronda fue la canaria Carla Suárez, que comenzó con buen pie su duelo contra la rumana Simona Halep, pero que después se deshizo poco a poco y  cedió por 5-7, 6-1, 6-1. De esta forma, el cuadro femenino se queda sin representación española.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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