Apología de la nada

Los escasos argumentos del Almería chocaron con la falta de intención del Villarreal, que solo tuvo ambición en el último tramo del encuentro, cuando el conjunto de JIM entendió que un punto no era un botín del todo amargo ante el potencial del adversario. El empate no satisfizo a nadie y conformó a todos. No hubo gobierno en ninguno de los equipos, ni precisión alguna. Nueve tarjetas amarillas y dos expulsiones evidenciaron lo trabado que resultó un partido entre dos equipos con dispares necesidades, con más angustia el Almería al que la FIFA y la Federación Española de Fútbol le restan en la clasificación tres puntos por el caso Jakobsen.

Una única victoria en el estadio Juegos Mediterráneos explica la situación crítica del Almería que sorprendentemente ha conseguido casi el doble de puntos (16 por 9) fuera de su estadio que en su propia casa. Con veloces jugadores en los costados, Thievy y Wellington Silva, el conjunto de Juan Ignacio Martínez se siente cómodo a la carrera y con espacios. No los concede el Villarreal, hermético cuando lo requiere.

Tuvo que aplicarse en defensa el equipo de Marcelino ante el juego por las bandas almeriense cuyos centros no encontraban rematador. El mayor empuje local hizo que el Villarreal se sintiese incómodo en el terreno de juego, sin apenas disposición del esférico, apurado por la presión del Almería. En una jugada embarullada, Thievy pudo marcar. Asenjo adivinó la trayectoria del tiro mordido del franco-congoleño. Solo la movilidad de Gerard Moreno mantenía en vigilia a los defensores andaluces.

Llegado el minuto 40 el Almería se pegó un tiro en el pie. Siendo el último defensor, Mauro Dos Santos placó a Giovani cuando el mexicano encaraba a Julián. El central argentino enfiló camino al vestuario a sabiendas de que la acción le costaría la expulsión. Con la amarilla era suficiente ya que ya estaba amonestado. Undiano le mostró la roja atendiendo al reglamento. El Villarreal terminó el primer tiempo mejor que lo empezó, cercando al Almería.

Retirando a Thievy por un defensor, Fran Vélez, reestructuró JIM a su equipo en el segundo acto con dos líneas juntas de cuatro jugadores en torno a Julián y a la espera del Villarreal al que le faltaba precisión. La superioridad numérica le duró un cuarto de hora al equipo castellonense. En el minuto 55 Jaume Costa se ganó la segunda amarilla al derribar a Wellington Silva, un incordio el brasileño durante todo el encuentro percutiendo por el costado derecho junto a Michel Macedo. El lateral puso el balón franco para que Hemed marcara. Tras un rebote, el israelí sorteó la presencia de Asenjo. Sin portero, Hemed envío el esférico por encima del travesaño. Incomprensible.

Recurrió Marcelino a sus dos jugadores más determinantes, Vietto y Cheryshev. El futbolista cedido por el Madrid puso un balón letal que Pina no convirtió en gol por poco. Dos ocasiones claras para ambos equipos que concluyeron en nada. Un punto para cada equipo. No merecieron más.