La reafirmación de Sergio González

Una vez terminado el partido frente al Athletic, Sergio González se quedó con los brazos cruzados en un lado del campo mirando cómo sus jugadores se despedían de la afición. El entrenador del Espanyol no se quitaba de la cabeza el esfuerzo que de la hinchada para llenar el estadio y seguir al equipo desde el hotel donde estaba concentrado hasta Cornellà. La ilusión se esfumó en 40 minutos: los que tardaron Aduriz y Etxeita en desguazar al cuadro blanquiazul. “La gente ha vuelto a disfrutar con este equipo. La eliminación fue cruel, lo hemos hablado con los jugadores y por eso quisimos aislarnos (el viernes la plantilla cambió el entrenamiento por una mañana en un spa)”, contó el técnico. “No podemos engañarnos. Sabíamos que contra el Athletic era un día importante, pero nuestro deber es levantarnos”. No será la primera vez.

El Espanyol comenzó la temporada confundido. Sergio varió el sistema. Pero la intención de atesorar el cuero se desvanecía partido a partido. Era noviembre cuando en la jornada 12 de la Liga, tras caer en San Mamés (3-1) —el cuadro blanquiazul sumaba 11 puntos y estaba a uno de la zona de descenso—, las dudas sobre la capacidad del joven técnico aparecieron en el vestuario y sobre todo en la directiva, que nunca se había terminado de convencerse de que Sergio tomara las riendas del primer equipo. Sin embargo, había una persona que creía sin titubear en el proyecto: Óscar Perarnau, el director deportivo.

El director deportivo, Óscar Perarnau, refrenda la confianza que ya depositó en el técnico en los peores momentos

Cuando terminó aquel partido en Bilbao, Perarnau esperó a Sergio González en el hotel. Y fue claro: “Tienes toda mi confianza”. Tras esa conversación el técnico se reunió con la plantilla. “No puede ser que lleguemos a esta situación para comenzar a apretar”, les advirtió. Tras la charla, juntó a los cuatro capitanes: “Sois los primeros que tenéis que levantar el nivel. Tirar del carro y el resto os seguirá”. El equipo cambió el rumbo en la Liga y se encomendó a la Copa para despertar la esperanza de la hinchada y para “callar bocas” en los despachos, como asumen desde el cuerpo técnico. “El director deportivo está contento, la mayoría también lo estamos y seguro que el año que viene Sergio seguirá con nosotros”, expone el presidente Joan Collet.

En el camino hasta las semifinales de Copa, quedaron el Valencia y el Sevilla. Tras el empate a uno en San Mamés, todo era ilusión en el Espanyol. Sergio González no olvidó las palabras de aliento que le había dado Perarnau en noviembre. Esta vez fue él quien esperó al director deportivo en el hotel y le agradeció la confianza que había tenido en el cuerpo técnico. “Sabemos que podemos contar con Óscar, que trabajamos en equipo y que nos apoya cuando las cosas no salen bien. Estamos todo el tiempo en contacto. Para nosotros es uno más. Nuestras alegrías también son de él”, cuentan en el entorno del entrenador.

El entrenador intentó motivar a sus muchachos con un vídeo con imágenes de Sylvester Stallone en Rocky V y Al Pacino en Un domingo cualquiera. Pero no funcionó.

El límite de la alegría del Espanyol lo puso el Athletic. En el vestuario están convencidos de que el técnico compensa su poca experiencia en los banquillos con el trato cercano y honesto con el grupo. Todos los jugadores de la plantilla, excepto Mattioni, cuentan para Sergio. Repitió su rutina el entrenador intentó motivar a sus muchachos con un vídeo con imágenes de Sylvester Stallone en Rocky V y Al Pacino en Un domingo cualquiera. Pero no funcionó.

“Cuando terminó el partido no estaba cabreado, estaba decepcionado”, asumió uno de los jugadores. “Ellos tienen los huevos pelados de jugar este tipo de partidos y a nosotros nos faltó poder asumir la responsabilidad de jugar una semifinal”, entienden desde el cuerpo técnico. La eliminación en la Copa no es la única piedra en el zapato para Sergio. También tiene a Sergio García en entredicho por amaño de partido. “Si no es por los rumores, su cara no refleja estas noticias. Está como siempre, animado y trabajando para superarlo”, subrayó el preparador del Espanyol, que hoy juega en Anoeta (17.00, GolT / C+L). “No hay una tecla que lo desactiva. No puedes pararte, ya no hay que hablar del miércoles. Se nos valorará por la Liga. La mejor solución es una victoria el domingo”, analiza el entrenador. Sergio sabe que tiene margen de error y la confianza de todos.