Ancelotti y el galimatías del centro del campo
“Si la afición no lo entiende lo siento, pero buscaba dar más equilibrio al equipo”, explica el técnico italiano sobre el cambio de Illarramendi por Isco
Hay equipos que le exigen mucho al Real Madrid, que son capaces de complicarles las cosas tácticamente. Lo lleva haciendo el Atlético desde principio de temporada y lo hizo anoche el Villarreal de los suplentes. “Hemos estado tremendamente competitivos en las tareas defensivas, hemos obligado al Madrid a abrir el balón a bandas y en el segundo tiempo añadimos al buen trabajo defensivo, más posesión”, explicó Marcelino.
Los suyos frenaron el juego interior del Madrid, anularon la conexión Isco-Benzema y el equipo no tuvo más remedio que recurrir a los centros: 49 en total, anoche. En lo que va de año, es una cifra inferior sólo al partido de vuelta copera contra el Atlético (53). Cabecearon Varane, Pepe, Bale. Sin demasiado acierto. Los blancos remataron 25 veces, pero sólo siete a puerta. No tiene recursos este Madrid para superar equipos con defensas organizadas.
Sin juego interior, los de Ancelotti se pierden. Ayer, además, saltaron al campo con la modorra de las últimas semanas. El técnico italiano asegura que no es un problema físico sino más bien mental, pero él no encuentra explicaciones. “Son las cosas que pasan en el fútbol y a veces muchas de esas cosas que pasan en el campo no son explicables. Hemos jugado muy lentos la primera parte y todo lo contrario la segunda”, dijo.
No hemos estado rápidos en los pases en la primera parte, ni cuando contragolpeábamos”, dijo Marcelo
El fallo, explicó el técnico italiano, fue ese. “Hemos tenido un ritmo demasiado bajo en el primer tiempo, hemos hecho muchos centros porque la circulación del balón era demasiado lenta”. “No hemos estado rápidos en los pases en la primera parte, ni cuando contragolpeábamos”, le hizo eco Marcelo que se hinchó a correr y a centrar y a mover la pelota. “Hemos estado fallones en distintas fases del partido con pases fáciles y con finalizaciones. Es fútbol. Muchas veces no te sale el día, no la tienes, no la metes y te vas a casa”, remachó Carvajal.
El Madrid, de hecho, contabilizó 155 jugadas de ataque, por las 117 del Villarreal, remató casi el triple que ellos (25 por 9, aunque a puerta siete por tres) dio 237 pases más que ellos (580 por 343), pero faltó rapidez además de acierto.
Kroos retrasó en dos ocasiones el contragolpe del equipo (pasada la hora de partido): mientras todos salían con la quinta marcha, el alemán levantó bandera blanca. Lucas Silva no pierde la posición, pero no sabe hacer circular rápido el balón. Su aportación al partido en cuanto a pases fue muy limitada. Falló uno de 29, pero dio un tercio de los pases que dio Marcelo, por ejemplo (74 buenos de 104) y menos de la mitad de los que dieron Isco (52 buenos de 60) y Kroos (64 buenos de 79).
Hemos estado fallones en distintas fases del partido con pases fáciles y con finalizaciones", apuntó Carvajal
En cuanto a Isco, por primera vez en meses, no tuvo el día. Perdió ocho balones y estuvo menos decisivo que otras veces. También por mérito del Villarreal. De ahí que Karim Benzema estuviera desconectado del resto del equipo. “Hemos tenido problemas para buscar soluciones ofensivas más allá de los centros, hemos utilizado las bandas pero con una circulación lenta del balón”, resumió Ancelotti.
Le pitaron, precisamente, cuando decidió quitar a Isco (minuto 77) y poner a Illarramendi. Poco antes había quitado también a Lucas Silva para dar entrada a Jesé. “Un entrenador hace los cambios porque piensa que es una cosa buena para el equipo, si la afición no lo entiende lo siento pero he hecho ese cambio para dar más equilibrio al equipo”, comentó el técnico italiano. “Si no quita a Isco para meter Illarramendi, probablemente hubiéramos ganado”, opinó Marcelino.
Cuando le preguntaron a Ancelotti si Toni Kroos no está demasiado solo en el centro del campo, contestó: “Lucas Silva ha intentado trabajar junto a Kroos. Al principio hemos tenido riesgos, pero en la segunda parte el Villarreal ha llegado a portería sólo dos veces, en una han marcado y la otra la paró muy bien Casillas. Hemos intentado presionar más arriba, pero ellos han manejado muy bien el balón”. Mejor que el Madrid que, sin acierto, presumió de orgullo pero no de pegada.
El Barça vuelve a recortar distancias y Ancelotti vuelve a repetir que la Liga se decidirá en la última jornada. No se sabe si lo dice por superstición, porque le toca, o porque se ha dado cuenta de que los suyos no son una maquina infalible.
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