“¡Mario, selección!”

Nació en la Navidad de 1990 en Novelda, capital de la comarca alicantina del mármol y la uva de mesa. Su estatura ronda la media: 1,78. Es moreno y la sombra de la barba remiten al tipo rural, sencillo y resistente. Se llama Mario Gaspar Pérez Martínez y esta temporada se ha convertido en el mayor saboteador de figuras del fútbol español. Responsable del descarrilamiento de todos los genios que han tenido la mala fortuna de circular por la banda derecha del Villarreal. El domingo por la noche les tocó el turno a Isco, Cristiano y Bale, el último ídolo madridista y el dúo de los 200 millones. El Madrid empató (1-1) de penalti. Al acabar el partido, Marcelino, el discreto entrenador del Villarreal, se mostró agitado. Emocionado. Exultante en su deseo irrefrenable de reconocer los méritos de este chico de aspecto corriente que no deja pasar una.

“A nivel individual”, dijo Marcelino, “hay futbolistas que han demostrado que tienen muchísima capacidad y que no estaría mal que fueran a la selección. Hay un jugador que juega casi todos los domingos. Y ha jugado dos veces contra Neymar y no se le fue ni una vez. Contra Cristiano, y no se le fue ni una vez. Contra Bale y no se fue va ni una vez…. Es Mario. Para muchos es, quizás, un poco desconocido. ¡Pero es que no se le va ningún jugador de la elite!”.

Comedido, en su afán de no perjudicar colegas Marcelino no quiso explicar dónde estuvo la clave táctica del excelente partido del Villarreal en el Bernabéu, a donde acudió con el equipo B, reservando titulares para la Copa. Pero cuando le mencionaron a Mario se le ruborizó la nariz. “¡Es un diez!", le calificó. "¡Las gana todas! Es un crack. Sabe atacar más por dentro que por fuera. Le falta un poco de precisión en el centro, pero por dentro es un cañón. Lleva cuatro goles. En esa sociedad que forma con Campbell, contra el Madrid, Campbell eligió casi siempre un pase interior. Pero hubo dos acciones que si elegía pasar a Mario, que fue al desdoblamiento, le cogía la espalda a Isco”.

Le falta un poco de precisión en los centros, pero por dentro es un cañón. Lleva 4 goles" Marcelino, técnico del Villarreal

Mario tapó el ataque del Madrid. Pero cuando su equipo atacó fue un martillo. El mismo martillo que estuvo a punto de ganar el partido de la ida en el Madrigal, a costa de los descuidos de James, que no le pudo seguir. El domingo su víctima fue Isco, que hizo lo que pudo en defensa pero acabó seco, sin energía para ayudar a sus compañeros en el ataque. Ancelotti, el entrenador madridista, no tuvo más remedio que sustituirlo.

“Tengo la suerte de conocerle personalmente”, dijo Carvajal, el lateral derecho del Madrid, cuando le preguntaron por su colega, el lateral derecho del equipo rival. “Como persona Mario es fantástico y me parece un magnífico lateral. Si Del Bosque le convoca para la selección habrá que darle la enhorabuena porque se lo está mereciendo”.