McLaren contempla un plan b
Ron Dennis confía en que Fernando Alonso corra en la primera carrera del Mundial en Melbourne a pesar del accidente
El elemento más desconcertante de la versión que ofrece McLaren sobre las circunstancias que rodearon el accidente que Fernando Alonso sufrió el domingo pasado en Montmeló se puede resumir en una paradoja: cómo es posible que el impacto del coche contra el muro fuera tan fuerte como para causarle a su conductor una conmoción cerebral que le obligara a permanecer 72 horas en la UCI y que, sin embargo, el monoplaza quedara prácticamente entero. A partir de esta premisa y de los argumentos que emplea la escudería para refrendar su postura, tratar de esclarecer qué provocó que el español terminara estrellándose contra el muro interior de la pista en el sector comprendido entre la tercera y la cuarta curva se convierte en algo próximo a una entelequia. Sobre todo por la falta de información clara.
Ron Dennis se asomó este jueves por el trazado barcelonés con la intención de resolver dudas, pero los asistentes a su comparecencia se fueron de allí con más incógnitas de las que traían. Uno tuvo la sensación de que la principal preocupación del presidente de McLaren se centró en hacer lo imposible para convencer al personal de que el detonante no fue en ningún caso un fallo técnico del MP4-30. Acerca del tiempo que Alonso necesitará de recuperación antes de volver a correr, el ejecutivo solo concretó que a día de hoy no hay ningún indicio que le lleve a pensar que su flamante fichaje de cara al Mundial 2015 no vaya a poder participar en la primera cita del calendario, prevista para el próximo día 15 en Melbourne.
“No veo ninguna razón por la que Fernando no deba estar en Melbourne. De todas formas yo no soy médico. No sé cuanto durará el periodo de recuperación. Tuvo una pérdida de memoria pero es algo normal en estos casos”, aseguró Dennis. “No puedo determinar qué ocurrió, pero sí afirmar que nada falló en el coche y que en ningún caso se produjo una descarga eléctrica”, añadió el accionista.
Alonso salió el miércoles del Hospital General de Cataluña, donde ingresó tres cuartos de hora después del percance y donde pasó tres noches antes de recibir el alta e irse a descansar a su casa de Oviedo. Prácticamente al mismo tiempo, su equipo mandaba una nota informativa en la que señalaba que el danés Kevin Magnussen ocuparía el lugar del español durante los entrenamientos que desde este jueves y hasta el domingo cerrarán la pretemporada, de nuevo en el Circuit.
Tuvo una pérdida de memoria pero es algo normal en estos casos, asegura el ejecutivo
“Estos días, en la clínica, Fernando no hacía más que repetir una y otra vez que quería volver a la pista inmediatamente. Y los médicos, que no. Y él, que sí. De modo que sus padres se lo llevaron a casa a descansar”, desveló Dennis.
Hay quien baraja la hipótesis de que el asturiano pudiera estar ya medio grogui antes del primer golpetazo contra la pared, un extremo que el empresario tampoco pudo ni confirmar ni tampoco desmentir. “¿Cómo podemos saber si estaba consciente antes del impacto? Lo que puedo decir es que en el coche no encontramos ningún indicativo que nos llevara a pensar que no lo estaba. La telemetría muestra que frenó y fue reduciendo marchas hasta chocar”, puntualizó el británico.
Faltan 17 días antes de que la temporada arranque, pero el margen de maniobra de Alonso es menor. Para poder colocarse en la parrilla de salida que se formará en el circuito de Albert Park, en Melbourne, primero deberá recibir la aprobación de los comisarios médicos de la FIA. Aunque McLaren intente por todos los medios transmitir una imagen de tranquilidad, lo cierto es que el estado de salud de su primer piloto preocupa y mucho, tan es así que la tropa de Woking ya ha puesto en marcha un protocolo alternativo para que Magnussen esté en condiciones de tomar la salida si fuera necesario.
En cualquier caso, las calamidades se agolpan en el taller de los prototipos plateados. La mayoría de sus ingenieros y técnicos vaticina un gatillazo histórico con vistas al debut de la renovada alianza con Honda, que tiene todos los números para saldarse con dos abandonos. Como ha ocurrido a lo largo de todo el invierno, el propulsor japonés revienta por todas partes (este jueves Button solo completó siete vueltas), y ni siquiera el descomunal talento de Alonso podría contrarrestar eso.
La cronología
22 de febrero: Tras completar 19 vueltas en los entrenamientos de Montmeló, Fernando Alonso se sale en la tercera curva del circuito (rápida y a la derecha) y se estrella lateralmente con el muro interior a 150 kilómetros por hora. 40 minutos después, el asturiano es evacuado en helicóptero al Hospital General de Catalunya, protocolo que habría sido activado por la pérdida de conciencia. En el hospital se le practica un TAC y otras pruebas de contraste que descartan daños cerebrales. Su agente atribuye el accidente al viento. Sebastian Vettel, que iba detrás, asegura que Alonso iba "lento", y que todo fue "un poco extraño".
Días 23 y 24: Alonso permanece dos noches más en la UCI. Se repiten las pruebas médicas, que no muestran daños en el cerebro. El lunes, su agente publica una foto tranquilizadora en Twitter. El martes, Flavio Briatore asegura en la radio italiana que el piloto tiene pérdidas de memoria. La escudería McLaren niega ningún fallo mecánico o que Alonso perdiese el sentido antes de chocar. El martes, la FIA abre una investigación por su cuenta.
Día 25: Alonso recibe el alta y se dirige a Asturias para reposar. Un comunicado confirma que no participará en más entrenamientos, a 12 días de tener que viajar a Australia para el primer Gran Premio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.