Rudy viste de campeón al Madrid
La actuación del alero mallorquín, escoltado por un Sergio Rodríguez decisivo, desactiva a un Barcelona coriáceo pero desenfocado y le da el segundo título seguido a los de Laso
Rudy Fernández vistió de bicampeón al Real Madrid en una final electrizante en la que su omnipresencia se antojó imprescindible para rendir a un Barcelona tan coriáceo como desenfocado en diversas fases y facetas del juego. Repitió título copero el Real Madrid, volvió a ganar por diferentes caminos al mismo rival en la final y se sobrepuso al abrumador ejercicio de Tomic bajo los aros y a la inagotable munición de la que dispuso Xavi Pascual.
Rudy Fernández lideró a su equipo desde los intangibles hasta todos y cada uno de los pormenores estadísticos. Su actuación catapultó a su equipo, le dio la confianza y la fortaleza necesarias para sobreponerse cuando Tomic tiró con más fuerza de los blaugrana, un tanto extraños por la falta de finura con la que Navarro compareció en la final. El capitán blaugrana, sin la chispa y velocidad que le caracterizan, varió por completo su papel habitual y acabó ejerciendo desde jugador de complemento hasta base en los últimos seis minutos.
Navarro anotó un triple en una posición inverosímil y el Barcelona, poco después, empató a 71. El Barcelona ya no volvió a anotar. El Madrid, a falta de un minuto, se adelantó con tiros libres de Felipe Reyes y una penetración fallada por Navarro. Y acto seguido, en la otra canasta, Sergio Rodríguez también penetró, pero con pleno acierto, y acabó de remachar el triunfo del Madrid y una destacable actuación personal.
BARCELONA 71-REAL MADRID 77
Barcelona: Satoransky (11), Oleson (4), Hezonja (0), Doellman (11), Tomic (25) -equipo inicial-; Marcelinho (0), Abrines (7), Navarro (6), Pleiss (0), DeShaun Thomas (7), Lampe (0) y Nachbar (0).
Real Madrid: Llull (0), Carroll (5), Rudy Fernández (16), Felipe Reyes (8), Ayón (10); Rivers (2), Nocioni (10), Campazzo (0), Maciulis (8), Sergio Rodríguez (10), Bourousis (4) y Slaughter (4).
Árbitros: Hierrezuelo, Pizarro y Pérez. Señalaron faltas técnicas a Lampe y Llull.
9.870 espectadores en el Gran Canaria Arena.
Rudy Fernández fue el metrónomo de su equipo. Cuando él estuvo en la cancha, el Madrid aspiraba y expiraba con regularidad, siempre aferrado al marcador, fuera arriba o abajo, en un partido de constantes alternativas. Su producción se expresó en diferentes cuentas de resultados: robos de balón (cinco), asistencias (otras cinco), canastas (16 puntos), intimidación (dos tapones), nervio, concentración y liderazgo. Cuando Laso le dio unos minutos de aire y lo sentó en el banquillo, el Madrid se diluyó.
Fue cuando el Barcelona dio el mayor estirón en la primera parte (42-35) a pesar de que ese instante coincidió ya con Rudy de vuelta a la batalla y también con la tercera falta de Felipe Reyes. La recuperación del Madrid fue fulgurante. En poco más de un minuto, Rudy hizo y deshizo, recuperó y anotó y restableció el equilibrio justo para enfilar camino del descanso. Solo volver a ponerse el balón en juego, el propio Rudy redondeó la remontada, 42-43, tras un parcial de 8-0.
El Barcelona se infló y desinfló en función del quehacer de Tomic. Con él en la cancha, la batalla en el interior de la pintura le resultaba mucho más ardua al Madrid. Ayón, Bourousis, Slaughter, Felipe Reyes y hasta los jugadores cuando penetraban se las veían y se las deseaban para superar al gigante croata. El Barcelona pagó la carencia de un relevo de garantías de Tomic. Pleiss pasó por el partido de puntillas, Lampe no tuvo su día y Nachbar no tuvo ni un minuto. Tomic se quedó demasiado solo, a pesar de que Doellman capturó ocho rebotes. El Madrid insistió, entre otras cosas porque, de entrada, no le funcionó el tiro exterior y solo acertó uno de los siete triples que lanzó en el primer tiempo. Sin Tomic en la cancha, el Madrid dio un pequeño estirón al final del tercer cuarto (53-57), siempre de la mano de Rudy y con un par de acelerones de Sergio Rodríguez. Un triple de Nocioni, otro de Maciulis y un par de excelentes asistencias del base propulsaron al Madrid, que obtuvo su máxima ventaja coincidiendo con el final del tercer cuarto (57-64).
Palmarés
2014-15.Real Madrid, 77 - Barcelona, 71
2013-14. Real Madrid, 77 - Barcelona, 76
2012-13. Barcelona, 85 - Valencia, 69
2011-12. Real Madrid, 91 - Barcelona, 74
2010-11. Barcelona, 68 - Real Madrid, 68
2009-10. Barcelona, 80 - Real Madrid, 61
2008-09. Tau, 100 - Unicaja, 98
2007-08. Joventut, 82 - Tau, 80
Real Madrid, 25 títulos.
Barcelona, 23.
Joventut, 8
Baskonia, 6.
Estudiantes, 3
La final no hizo honor a la Copa de los triples, en la que se ha batido de largo el récord. Ni el Madrid ni el Barcelona estuvieron acertados desde la máxima distancia, ambos por debajo del 21% de acierto. Ni Carroll, ni un Hezonja extrañamente poco utilizado, tuvieron apenas vela en el entierro. Y lo mismo le sucedió a Marcelinho, definitivamente relegado al banquillo por Satoransky y que apenas dispuso de minutos.
El Madrid notó sobremanera el nulo acierto de Llull. El base-escolta que decidió la final del año pasado en Málaga se quedó a cero después de ocho tiros. Sergio Rodríguez le enmendó la plana con una excelente aportación en todos los aspectos, dirección de juego y buenos números: 10 puntos, cuatro rebotes y otras tantas asistencias.
Nocioni y Maciulis fueron las piezas que acabaron de darle al Madrid la consistencia imprescindible para superar a un rival que capturó ocho rebotes más pero que se perdió en el entrejuego, con un balance de ocho balones desperdiciados. El Madrid acabó más firme, más convencido en su plan de acoso y derribo a Tomic, y más fiado al quehacer de Rudy y de Sergio Rodríguez. Dos bazas de oro para renovar el título.
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