El clásico interminable
El Madrid y el Barça se disputarán la Copa por quinta vez en los últimos seis años con la canasta de Llull en el recuerdo. Será la 16ª final entre ambos
El reto del Madrid será encadenar dos Copas seguidas 29 años después. El del Barça igualar los 24 títulos de su eterno rival al frente del palmarés y tomarse la revancha de la canasta de Llull. El Gran Canaria Arena asistirá esta tarde (19.00 hora peninsular, La1) a otro apasionante episodio del clásico interminable. Será el cuarto enfrentamiento entre blancos y azulgrana en una temporada en la que pueden llegar a chocar hasta en 12 ocasiones. La 16ª final copera entre los dos grandes del baloncesto español, la quinta en las seis últimas ediciones. La final de siempre, siempre con final impredecible. Condenados a enfrentarse, blancos y azulgrana se han medido en duelo directo en las tres últimas finales de Liga, en las cinco últimas ediciones de la Copa -cuatro finales (2010, 2011, 2012 y 2014) y el cruce de cuartos de 2013-, en las últimas cinco Supercopas -tres finales (2009, 2012 y 2013) y dos semifinales (2010 y 2011)-, y en las dos últimas semifinales de la Euroliga. Siempre hay otro.
En la era Laso, el Madrid ha reconducido a lo grande su tormentosa relación con un trofeo que, hasta su llegada, estuvo 19 años sin tocar. Desde que el técnico vitoriano asumió el cargo en 2011, su equipo ha ganado dos de las tres Copas disputadas y sólo ha perdido un partido: el recordado cruce de cuartos ante el Barça en Vitoria 2013 resuelto con un 111-108 tras dos prórrogas. Con Laso al frente de la pizarra blanca, Madrid y Barça se han enfrentado en 31 ocasiones en las que el pulso marca un 17-14 para los madridistas, con un 6-4 en la suma de títulos (Copa 2012, Supercopa 2012, Liga 2013, Supercopa 2013, Copa 2014, y Supercopa 2014 para los blancos; y Supercopa 2012, Liga 2012, Copa 2013, Liga 2014 para los azulgrana). En el expediente de Pascual, 18 finales seguidas en competiciones ACB (Supercopa, Copa y Liga) y 11 títulos en seis años.
Los dos últimos precedentes en el torneo no pueden ser más apasionantes para los aficionados. En Vitoria 2013, un pulso estratosférico. Emoción, batalla, intriga, dos prórrogas, 219 puntos entre ambos equipos y un espectáculo épico que para muchos resultó ser el mejor partido de la historia de la Copa del Rey. Ganaron los azulgrana (111-108) en el encuentro con la segunda anotación más alta de la historia de las fases finales. La mejor anotación que registra la enciclopedia sigue siendo un 115-110 también en un Barça-Madrid en los cuartos de León 1997, en otro partido de dos prórrogas. En Málaga 2014 la emoción concentrada en el último lanzamiento. La canasta de Llull que dio el título sobre la bocina a los blancos, que habían dejado escapar una renta de siete puntos a falta de dos minutos. Cogió el balón el menorquín cuando quedaban 2,2 segundos, lo lanzó faltando 1,6 y lo encestó con una décima de margen para dar el triunfo a los blancos. El Madrid encontró a su Solozábal en otro final apoteósico.
Desde que en tiempos del NO-DO se disputara la por aquel entonces Copa del Generalísmo en la temporada 1948-49, en el Palacio de los Deportes del Club América de la capital, Barça y Madrid han disputado 15 finales de Copa con un balance de 9-6 a favor de los azulgrana. Será la novena vez que los dos grandes disputen el título desde que en 1984 la ACB implantara el actual sistema de fases finales entre ocho equipos. El balance en estos últimos 30 años es de cinco victorias de los azulgrana por tres de los blancos. Contabilidad abrumadora si se extiende al total de enfrentamientos coperos en esta era ACB: 15 triunfos para el Barça por cuatro del conjunto madridista. La Copa busca vitrina. Será la 25ª del Madrid o la 24ª del Barça. No va más.
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