No pudo ser para las pequeñas

No pudo ser. Las selecciones de rendimiento más bajo de los últimos años en el Toreno de la Seis Naciones de rugby, Italia y Escocia, perdieron sus respectivos partidos, ante Irlanda y Francia. Si bien en el primero los azurri no llegaron a causar serios problemas al quince del trébol —aunque dieron la cara hasta la recta final del encuentro—, que ya es líder con los mismos puntos que Francia e Inglaterra, los escoceses plantaron cara a Francia y dejaron claro que este año aspiran a competir con seriedad.

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Italia no pudo dar la sorpresa frente a la máquina de rugby que, aunque quizá menos engrasada, sigue siendo Irlanda. Sí pudo, al menos, completar una digna primera parte, que cerró con el marcador en 3-9. En esos primeros 40 minutos, el Olimpico de Roma vio a sus chicos intentándolo de la única manera que podían: defendiendo ordenadamente, sin dejar huecos, y buscando acercarse a la 22 irlandesa con patadas bajas o cruzadas. El neozelandés nacionalizado Kelly Haimona solo pudo meter entre los tres palos un golpe de castigo.

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Irlanda, dirigida con corrección por el apertura Ian Keatley (sustituto de la joven estrella Jonathan Sexton), hacía su partido. Sin prisas, pero con seguridad. Siempre dominando, esperando a que el tiempo fuese surtiendo su efecto en el contrario.

No podía ser de otra manera. A partir del ecuador de la segunda parte, Ilos azurri empezaron a dar su brazo a torcer. Después de una jugada ininterrumpida de varios minutos, en la que los británicos avanzaban cargando fase tras fase, Tommy O'Donell esquivaba un placaje y anotaba ensayo para poner el 3-19 en el marcador. Italia estaba con uno menos por la expulsión del talonador Ghiraldini. El resto fue cuesta abajo. con Irlanda pasando el rodillo. Si de algo se pueden alegrar los italianos, es de todo lo que les queda por mejorar.

Escocia, poco recompensada

Si juega así todo el torneo, el quince del cardo tendrá algo que decir. No permitieron marcar un solo ensayo a Francia, que, en cambio, tuvo en la bota de Camille López su pasaporte a la tranquilizadora victoria. Defendieron bien y se mostraron competitiovs en todas las facetas del juego, sobre todo en defensa. Los escoceses se fueron al descanso con un ensayo con el que podrían haberse puesto por delante, pero la transformación dio en uno de los postes.

A Francia se la vio incómoda, sin terminar de mover la pelota de manera brillante. En la segunda parte, sin embargo, consiguieron ralentizar el ritmo, mantener la posesión y jugar en campo escocés, sin dar demasiadas opciones a un rival que se mantuvo áspero y con posibilidades hasta el último momento.

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