Hamilton toma sus propias riendas

El estrés se puede manifestar en el organismo de una persona de muchas maneras. A Lewis Hamilton, la presión a la que se vio sometido en las últimas carreras del pasado Mundial de Fórmula 1 que se jugó y le ganó a Nico Rosberg le atacó a la garganta. Nada más proclamarse campeón en Abu Dabi, el británico cayó enfermo a causa de una tremenda infección en la garganta que le dejó KO. Tras recuperarse y cumplir con todos los compromisos de Mercedes y sus principales patrocinadores, Hamilton se fue a Estados Unidos con su novia para pasar las Navidades en las Rocosas, descansando y entrenando básicamente haciendo esquí de montaña, y desconectando un poco. Sin embargo, en ese tiempo tomó una decisión que puede ser clave para él a medio plazo: no renovó el contrato con el que era su agente, Simon Fuller, y en su lugar firmar por Purple PR, la empresa de representación que lleva los asuntos de Beyoncé, Adele y Bjork, en el ámbito de la música, y de firmas como Lagerfeld o Cavalli en el de la moda.

Hamilton prepara el terreno para, cuando abandone la F-1, pueda encarrilar su vida hacia otro sector. Posiblemente, la moda

Uno podría pensar que el corredor de Tewin ha decidido cambiar de manos después de que Fuller no consiguiera cerrar el acuerdo que le vincula a Mercedes y que expira a finales de este año. Sin embargo, los tiros no van por allí. Lo que pretende el bicampeón es comenzar a preparar el terreno para que cuando decida abandonar la F-1 pueda encarrilar su vida profesional hacia otro sector, posiblemente el de la moda y los eventos relacionados con ella. En cuanto a su futuro más inmediato, Hamilton ha tomado sus propias riendas. Aprovechando la primera tanda de ensayos de este 2015 que se cerró ayer en Jerez, la actual punta de lanza de Mercedes se sentó el domingo con los ejecutivos de la escudería de las flechas de plata, y allí comenzó la negociación de un acuerdo que ambas partes quieren alcanzar para seguir juntas.

La primera toma de contacto la tuvo con Niki Lauda, presidente no ejecutivo del constructor alemán y el hombre que lo convenció para que abandonara McLaren; y la segunda, poco rato después, con el expiloto austríaco y con Toto Wolff, el director del equipo. “Las conversaciones serias han comenzado , pero no hay ninguna prisa. De todos modos, puede que se resuelva rápido. Hay que tener en cuenta que el Mercedes es el monoplaza que en estos momentos ofrece más opciones de ganar el título”, advierte Lauda.

Del nuevo contrato hay varios puntos a discutir, pero los fundamentales son dos. El primero es económico —Hamilton percibe actualmente unos 25 millones de euros por temporada—, y el segundo gira alrededor de los compromisos, principalmente publicitarios, que debe asumir durante el curso. “No todo se limita al dinero porque todos estos pilotos ya tienen demasiado”, ironiza Lauda. “Tengo 30 años y soy dueño de mí mismo, nadie me ayuda aunque sí busco consejo. He leído todos los contratos que he firmado durante todos estos años o sea que sé de qué va la cosa y lo que puedo tratar de conseguir. Será duro porque Toto es un hombre de negocios muy duro, es muy bueno negociando y delante tiene a un novato”, reconocía Hamilton estos días en Jerez, donde la escudería de la estrella demostró que vuelve a ser la favorita con vistas al Mundial que comienza el 15 de marzo en Melbourne.