El ‘botazo’ de Arda Turan queda impune

Arda Turan no será sancionado por arrojar su bota derecha en la dirección en la que se encontraba el asistente de Gil Manzano, colegiado del polémico Atlético-Barcelona de Copa disputado el miércoles. El Comité de Competición no entrará de oficio, por lo que la acción solo ha sido sancionada con la cartulina amarilla que vio el jugador turco tras arrojar enfurecido su calzado al asistente por no señalar un posible pisotón de Dani Alves. Las imágenes han dado la vuelta al mundo por lo inusual y esperpéntico de la acción. En algunos jugadores del Barcelona causó tanta sorpresa como hilaridad. “No sabía si reírme o cómo reaccionar”, confesó Rakitic.

Parte del colectivo arbitral no comparte esta decisión de Competición al entender que se ha puesto en peligro la integridad de un miembro del equipo arbitral. La realidad es que ni el asistente se atrevió a presionar a Gil Manzano para que expulsara al jugador turco, ni tampoco el colegiado reflejó en el acta que la acción de Turan fuera un intento de agresión. “En el minuto 48 el jugador (10) Arda Turan fue amonestado por el siguiente motivo: lanzar su bota fuera del terreno de juego en señal de disconformidad”, redactó Gil Manzano. Ante este escrito, Competición, ha decidido no actuar de oficio.

El colectivo arbitral entiende que peligró la integridad de uno de sus miembros

En el Atlético no esperaban una actuación diferente. En el club rojiblanco estaban tranquilos. Apelaban los rojiblancos a la libre interpretación de si Arda apuntó al asistente o no y argumentaban que en casos más flagrantes, con demostración gráfica de agresiones incluida, Competición, al no haber sido registradas en acta, no había entrado de oficio.

En los últimos años ha habido dos precedentes de jugadores que arrojaron un objeto a un árbitro. En mayo de 2012, Dani Benítez impactó con una botella de agua en la cabeza del colegiado Clos Gómez al término del partido que enfrentó al Granada con el Real Madrid. Por entonces, Competición suspendió por tres meses a Benítez, la sanción mínima contemplada en el Código Disciplinario para este tipo de casos. Según el artículo 99.1 del Código Disciplinario de la Federación, “incurrirá en suspensión de tres a seis meses el que agrediese al árbitro principal, a los asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, siempre que la acción fuere única y no originase ninguna consecuencia dañosa”.

Ansaldi ha sido acusado por la policía de resistencia a la autoridad

El otro procedente fue en 1992 y también sucedió en el Vicente Calderón, aunque en esta ocasión fue el deportivista Claudio Barragán el que le lanzó una zapatilla al colegiado Pajares Paz, pero este no mostró ni cartulina amarilla.

En el Atlético siguen sin explicarse la expulsión de Gabi. Fuentes arbitrales hablan de “reiteración en las protestas” como el detonante para que Gil Manzano justificara la segunda amarilla que le mostró en el túnel de vestuarios con un simple: “por dirigirse a mí cuando nos encontrábamos en el túnel de vestuarios, señalándome con el dedo índice al mismo tiempo que me realizaba una observación de orden técnico”.

Por otra parte, Ansaldi, que fue detenido el miércoles antes del partido por encararse con un agente de policía, ha sido acusado de desobediencia y resistencia a la autoridad. Ansaldi se negó a bajarse del coche cuando intentaba acceder a una calle cortada y posteriormente a facilitar su documentación. El agente trató de abrir la puerta del auto y en el forcejeo quedó lesionado en una mano. Necesitó atención médica al igual que Ansaldi.