Messi atina lejos de casa

Este miércoles, Leo Messi estuvo a punto de provocarle un soponcio a más de un aficionado de los 65.000 que desafiaron al frío en el Camp Nou. Cuando se encuentra sobre el césped, que es casi siempre, el argentino es el encargado de ejecutar los penaltis que se pitan a favor del Barcelona. Esa es otra de las formas que tiene de ejercer su liderazgo, por más que su efectividad en esta suerte tampoco sea nada del otro mundo.

La pena máxima que le detuvo Oblak en el Barça-Atlético de los cuartos de la ida de Copa es la quinta que falla La Pulga de las nueve que ha tirado en el tramo final de los partidos (entre el minuto 85 y el 90), según calculó Catalunya Ràdio. En cualquier caso, tres de estos cinco errores los subsanó aprovechando el rechazo del portero rival y rematando la faena en dos tiempos.

De los 56 tiros desde los 11 metros que Messi ha lanzado vestido de azulgrana, ha fallado un total de 12, una cifra que supone un índice de acierto del 78,6%. Llama la atención que nueve de estos 12 los marrara en el Camp Nou, y que ocho de estos nueve no convertidos tuvieran lugar en la portería del Gol Nord (donde el conjunto azulgrana suele atacar en las segundas partes). De la misma forma también resulta significativo que seis de los últimos ocho que no ha transformado los haya lanzado hacia la derecha, su lado natural si atendemos a que es zurdo. Esta mecánica es la que ha seguido en 35 de estos 56 totales, logrando un total de 28 goles (80% de acierto). Del resto, seis los consiguió repeler el cancerbero rival y uno, contra el Chelsea en la semifinal de la Champions del curso 2011-2012, lo mandó al travesaño. De los 20 que fueron a la derecha del portero, en 15 de ellos el balón terminó en la red (un 75% de acierto).

Con su selección, el 10 ha lanzado 11 penaltis de los que nueve subieron al marcador.