“¿Tienes que estar tan cerca?”
Federer, dolido en el dedo meñique de la mano derecha, remonta ante Bolelli y la emprende con un cámara por grabarle a poca distancia
Al final del día, el suizo Roger Federer solo sabía que le dolía el dedo meñique de la mano derecha. Que le había tenido que atender el fisioterapeuta. Que la había emprendido con un cámara de televisión (“¿Tiene que estar tan cerca?”, le dijo mientras le trataban) hasta conseguir que se alejara mientras consultaba con el médico. Y que en medio había tenido que remontar 3-6, 6-3, 6-2 y 6-2 en segunda ronda y ante el italiano Bolelli un partido que se le puso cuesta arriba, quién sabe si por la picadura de una abeja, su primer diagnóstico, o por el principio de una ampolla, tan típica en las manos de los tenistas cuando compiten en el verano australiano.
“No sé lo que tengo”, explicó el campeón de 17 grandes, que ahora se enfrentará al italiano Andreas Seppi. “Lo siento en la punta del dedo. Tras entregar el break, tuve la sensación más extraña del mundo en ese dedo durante tres o cuatro juegos. Lo tengo como dormido e hinchado”, radiografió. “Mientras no empeore, está bien”.
En medio había tenido que remontar ante el italiano Bolelli
En un día infernal, en el que los termómetros superaron los 30 grados, el suizo llenó de gruñidos y gritos de ánimo (“¡Vamos!”) su partido, hasta culminar una remontada explicada desde sus galones. Federer, de 33 años, apretó de lo lindo tras perder el primer set (“Durante un rato las cosas no tenían buena pinta”) y a Bolelli, que jamás se ha impuesto a uno de los 10 mejores del planeta y es el número 48, le entró un ataque de vértigo. Vestido de camuflaje, desapareció del duelo.
El número dos no fue el único favorito que pasó problemas en la jornada. También Nadal. Ninguno de esos candidatos a la victoria final, sin embargo, sufrió tanto como Maria Sharapova, que llegó a Melbourne catapultada por el título de Brisbane. La rusa superó dos puntos de partido en contra frente a su compatriota Alexandra Panova, quien además tuvo dos bolas para ponerse 5-1 en el set decisivo (6-1, 4-6 y 7-5 para Sharapova). Además, ganaron Tomas Berdych (7-6, 6-2 y 6-2 a Melzer), Andy Murray (6-1, 6-3 y 6-2 a Matosevic) o Grigor Dimitrov (6-3, 6-7, 6-3 y 6-3 a Lacko).
Sin importar el ranking, para muchos fue una jornada de sufrimientos. Todo un aviso a navegantes: si, como dicen los tenistas, estas son las pistas más rápidas del último lustro, el calor va a añadirles velocidad y a transformar los partidos en duelos de pistoleros.
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