Löw, el preferido en el banquillo
El seleccionador alemán es elegido primer entrenador del 2014 en una votación en la que Messi dio un punto a José Mourinho. James Rodríguez recibe el premio al mejor gol
“La familia del fútbol”, la llama Sepp Blatter. “El imperio del fútbol”, es otra de las expresiones del pintoresco presidente de la FIFA. “Al menos 1.200 millones de seres humanos en este planeta”, añade. Todo es expansivo, inclusivo, exuberante, en la órbita del organismo que gobierna el fútbol mundial. Todo en la FIFA es tan grande que sencillamente parece que no hay escapatoria para los individuos a los que el fútbol les importa un bledo. Curiosamente, una de las ciudades donde parece haber más indiferentes es la sede de la FIFA, en el cantón de Zúrich, ciudad donde son mayoría los devotos del arte, la industria financiera, el atletismo y, si acaso, los deportes de invierno. Zúrich es un reducto de gente silenciosa que mira con estupor las cosas del fútbol, pero una vez al año acoge la gran gala de la FIFA y sus mejores establecimientos hoteleros se llenan de personalidades futboleras. Personalidades tan dispares como Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, y como Ruud Gullit, el legendario atacante holandés, que salta como un resorte al ver al mandatario en un lobby. Ambos se funden en un abrazo exageradamente afectuoso y Pérez chancea para regocijo general:
-¡Qué bueno que eras con el pelo largo! ¡A ti te pasó como a Modric!
No lo considero mi premio individual Joachim Löw
La familia del fútbol es hiperbólica. Siempre conectó con la cultura popular. Lo que resulta nuevo es su solemnización. Esta devoción por la etiqueta de las alfombras rojas y las ceremonias de premiación de inspiración aristocrática o cinematográfica. En la gala de la FIFA todos son retazos del Teatro Chino y de los bailes tipo Jorge IV. La fiesta comienza con el premio más riguroso: el once mundial. Los once mejores jugadores del año 2014 elegidos por los más de 20.000 afiliados de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales, el sindicato FIFPRO. El elegido mejor portero fue Neuer; los mejores defensas, Lahm, Ramos, David Luiz y Thiago Silva; los mejores centrocampistas, Iniesta, Di María y Kroos; y los mejores atacantes, Robben, Messi y Cristiano.
Les preguntaron a Cristiano y a Messi cuáles habían sido sus goles más memorables. “Para mí el gol más importante siempre es el próximo”, dijo el portugués, con una sonrisa de maniquí. “Mi gol de cabeza al Manchester en la final de Roma”, señaló Messi.
El acto prosiguió con la elección del mejor entrenador de 2014 por parte de todos los seleccionadores nacionales de la FIFA, todos los capitanes de selecciones, y todos los corresponsales de France Football. Los finalistas fueron Carlo Ancelotti, Diego Simeone y Joachim Löw. Ganó seleccionador alemán, conquistador el pasado verano de la Copa del Mundo en Brasil, después de que en el Palacio de Congresos de la FIFA circulase la noticia menos previsible: Messi, en su calidad de elector, concedió tres puntos a Alejandro Sabella, seleccionador argentino; dos puntos a Guardiola; y un punto a su presunto enemigo, José Mourinho.
“No lo considero mi premio individual”, declaró Löw, consciente del gran logro que suponía para el fútbol alemán. “Lo recibo en representación de varias personas. Creo que en Alemania hemos creado las condiciones para el éxito. El título mundial es el resultado de muchos años de trabajo y de muchas decisiones acertadas. Mi reconocimiento a todos los entrenadores alemanes que hacen un trabajo excepcional. Este premio va por ellos también. Por el director deportivo de las selecciones juveniles Hansi Flick. Gracias por tu lealtad e ideas magníficas. Por Klinsmann, por Bierhoff, y por Wolfgang Niersbach, el presidente de la federación. También doy mi agradecimiento a la Bundesliga. Sin el apoyo de este torneo no habría sido posible que la selección haya jugado a un nivel tan elevado. Finalmente, ¿qué es un entrenador sin un equipo magnífico que siempre trabaja abnegadamente y pone en práctica las ideas que uno plantea? Para mí es un verdadero regalo trabajar con vosotros, con Toni Kroos, con Lahm, con Emmanuel Neuer… y con todos los que no pudieron venir”.
La familia del fútbol es hiperbólica. Siempre conectó con la cultura popular. Lo que resulta nuevo es su solemnización
El colombiano James Rodríguez obtuvo el premio al mejor gol de 2014 por su media volea a Uruguay en los octavos de final del Mundial. “Esto es muy especial para mí y para toda Colombia”, señaló el mediapunta del Madrid. El muchacho compitió con dos finalistas: Robin van Persie, por su palomita a España en Salvador; y con la irlandesa Stephanie Roche por un tanto que hizo en Inglaterra.
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