Bartomeu, en permanente conflicto

En apenas un año, a Josep Maria Bartomeu se le han amontonado los incendios. Asumió el cargo de presidente después de la espantada de Sandro Rosell el 23 de enero de 2014. Se vio obligado a resolver el conflicto abierto entre Leo Messi y el vicepresidente económico, Javier Faus, por la renovación del argentino. La aprobación del proyecto de remodelación del Camp Nou también le causó su desgaste, aunque mucho menos que el caso Neymar y la sanción de la FIFA.

Concluida la comparecencia de hoy, en la que está previsto hacer oficial el recambio del vasco, Bartomeu se citará con su junta para hablar de la sanción de la Fifa

El último papelón tendrá que afrontarlo esta tarde cuando ofrezca los argumentos que le llevaron a destituir fulminantemente a Andoni Zubizarreta de su cargo de director deportivo del Barcelona. Una vez concluida la comparecencia, en la que está previsto hacer oficial el recambio del vasco, Bartomeu se citará con su junta en una reunión convocada hace ya días a instancias de Toni Freixa, a quien el mandatario relevó hace unos meses de sus funciones como portavoz y lo sustituyó por Manel Arroyo. Teóricamente, en el orden del día sólo figura un asunto: revisar los pasos que se dieron en el conflicto con la FIFA que terminó con la sanción que impide al club incorporar jugadores hasta enero de 2016, y elaborar una hoja de ruta al respecto. Dadas las circunstancias, a la hora de buscar el relevo de Zubi, el club ha optado por un perfil de técnico que conozca las particularidades de la entidad y su fútbol base. En este sentido, ha subido enteros la figura de Jordi Roura, quien ya tomó las riendas del primer equipo entre diciembre de 2012 y abril de 2013, como sustituto provisional de Tito Vilanova, y que desde mayo figura en el organigrama azulgrana como director del fútbol formativo.

Aunque desde el núcleo de la directiva más cercano a Bartomeu no se contempla la posibilidad de convocar elecciones, una facción liderada por Freixa presiona para que así sea, al igual que también lo pide la oposición y gran parte de la masa social.