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Osasuna, un modelo que dejó de serlo

Asfixiado por una deuda de 72 millones de euros e investigado por Bruselas por un presunto trato fiscal de favor, el club navarro es un histórico de la Liga patas arriba

Alejandro Ciriza
Luis Sabalza, nuevo presidente de Osasuna, en el césped de El Sadar.
Luis Sabalza, nuevo presidente de Osasuna, en el césped de El Sadar.MIGUEL C. ISTÚRIZ

Como esa tortuga volteada y patas arriba que se revuelve sobre su propio caparazón, Osasuna vive un presente angustioso. Envuelto por la incertidumbre derivada de una gestión económica calamitosa, el club navarro, modélico hasta hace no muchos años, padece hoy día en lo deportivo y lo institucional. Instalado en el décimo peldaño de la Segunda División, pese a haber vencido en sus tres últimos compromisos, la zozobra sacude a la entidad desde que el pasado 18 de mayo descendiera tras 14 temporadas consecutivas en Primera. Aquel día, en un duelo frente al Betis, de la última jornada, se produjo una imagen escalofriante, cuando la valla de contención del graderío sur se vino abajo y se rozó la tragedia.

El caos de esa tarde fue premonitorio. Desde entonces, Osasuna encara una realidad dramática que le asfixia y le ha llevado a una situación límite. El descenso no hizo más que destapar las vergüenzas de un histórico en cuyo expediente figuran 36 campañas entre la élite, que presumía de haber sonrojado más de una vez a los equipos más poderosos y de un sistema de formación de futbolistas ejemplar con la escuela de Tajonar. Sus jerarcas, se decía, jamás gastaban un céntimo más de los que entraban en la caja. “Pero se ha producido una verdadera aberración. Se ha tapado mucho tiempo y ahora la muesca es importante. Todo lo que se ha hecho con sudor y lágrimas se está perdiendo”, expone con mucho pesar el exjugador Patxi Rípodas.

Se ha producido una aberración que se ha tapado mucho tiempo” Patxi Rípodas, exjugador

El club acusa los desfalcos de la última década, en la que Patxi Izco (de 2002 a 2012) y Miguel Archanco (2012-2014) ocuparon la poltrona presidencial. Tras un periodo de bonanza, en el que Osasuna fue subcampeón de la Copa (2005), disputó la fase previa de la Liga de Campeones (2006) y llegó a las semifinales de la Liga Europa (2007), afloró poco a poco el huracán, que tras el descenso amenaza con llevarse por delante a la institución, descabezada y sin hoja de ruta desde la marcha precipitada de Archanco en junio. Después, una gestora tomó las riendas de forma interina hasta que Luis Sabalza asumió la presidencia el pasado 10 de diciembre, sin elecciones de por medio, ante la ausencia de otras candidaturas.

El débito actual asciende a 72 millones de euros, 53 de ellos correspondientes a la Hacienda Foral. Acorralado ante una posible desaparición, Osasuna ha encontrado una bombona de oxígeno con el rescate fiscal del Gobierno navarro, al que le ha entregado todo su patrimonio —el estadio de El Sadar y las instalaciones de Tajonar—, tasado en 43 millones, y el abono de los 10 restantes en los próximos 30 años. Una maniobra de ayuda denunciada e investigada ahora por la Comisión Europea de Bruselas y ante la que deberá rendir cuentas el Parlamento Foral antes del próximo 6 de enero. “No ha habido un trato de favor, porque no nos han condonado, sino un trato especial. Vamos a pagar la totalidad de la deuda, con sus intereses y sus sanciones”, defiende Sabalza.

Los jugadores de Osasuna celebran un gol ante el Leganés.
Los jugadores de Osasuna celebran un gol ante el Leganés.Mikel Saiz (AS)

“Era algo impensable”, reflexiona Enrique Martín Monreal, hasta el curso pasado director del fútbol base. “Debería haber habido un control mucho más exhaustivo. Se ha tirado por la borda el trabajo de muchísimos años. Te causa mucha tristeza”, lamenta Javier Castañeda, el rojillo con más minutos en la historia del club. “Es el reflejo de nuestra sociedad, se ha vivido por encima de las posibilidades. Pero la culpa es de todos. El socio también ha mirado un poco hacia otro lado. Cuando las cosas iban bien la deuda era lo último...”, explica el excapitán César Cruchaga. “Se suponía que la dirección estaba en manos de gente honesta. Éramos un modelo, un ejemplo a seguir, pero ahora somos un modelo de lo que no se debe hacer”, agrega el exportero Javier Vicuña.

El futuro pasa por nuestros chicos y por recuperar la imagen” Andoni Goikoetxea, miembro de la secretaría técnica de Osasuna

En lo deportivo, los impagos a los futbolistas provocaron el pasado verano una estampida: 11 de ellos emigraron. Algunos codiciados, como Oriol Riera, Andrés Fernández, Arribas, Silva o Armenteros. “Se tuvieron que malvender”, apunta Castañeda. “A precio de saldo”, apostilla Rípodas. Y el equipo, dirigido por el polaco Jan Urban, muy querido por la hinchada a raíz de su triplete al Real Madrid en el Bernabéu, en 1990, guerrea a duras penas en Segunda con sus canteranos. “Van a tocar unos años complicados, hay que mentalizarse. El futuro pasa por nuestros chicos y por recuperar la imagen”, advierte Andoni Goikoetxea, miembro de la secretaría técnica del club. “En los tiempos de Fermín Ezcurra (presidente de 1971 a 1994) esto no ocurría. Era banquero y controlaba lo que entraba y salía de la caja. Ahora, lo primero es parar el golpe y después tirar con gente de casa, que hemos sido siempre los que siempre nos hemos roto los cuernos por el escudo...”, desliza Rípodas.

Se ha tirado por la borda el trabajo de muchísimos años. Es muy triste” Javier Castañeda, exfutbolista

Pero acostumbrados a los terrenos adversos y a los ejercicios de equilibrismo, en Pamplona no inclinan la rodilla. “Saldremos adelante, seguro. Aquí las hemos visto de todos los colores. Hemos estado en Tercera y en Segunda B, sin un duro... Ahora, con el nuevo presidente, por lo menos hay alguien otra vez al timón. Y, además, siempre tendremos a nuestros aficionados. Deberíamos darnos la vuelta y aplaudirles a ellos”, zanja Vicuña, el empleado más veterano de Osasuna. Un clásico de la Liga que pena en el purgatorio, castigado y afligido. Patas arriba.

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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