El metrónomo imprescindible
Kroos, el jugador más utilizado por Ancelotti, sostiene la racha del Madrid con otro alarde de despliegue y precisión
De Maracaná al Stade Moulay Abdellah. De Río de Janeiro a Rabat. De Mundial a Mundial. En cuatro meses, Tony Kroos se ha convertido en la brújula imprescindible del Madrid de Ancelotti y tampoco faltó a su cita en Almería, sin tomarse un respiro en vísperas del viaje a Marruecos, sin alterar el gesto de insensible replicante. El alemán es indeleble en la pizarra del líder y lo juega todo. En su cuentakilómetros: 24 partidos y 1.966 minutos, más que ningún otro madridista, más incluso que Cristiano (1.954). Una mezcla de elegante abnegación y equilibrado despliegue que sostiene e impulsa la mejor racha de victorias de la historia del Madrid y del fútbol español: 20 consecutivas.
“No estamos acostumbrados a que falle y cuando en un partido pierde tres balones se habla de un bajón físico, pero está bien y no necesita descansar”, explicó Ancelotti tras el partido de Champions ante el Ludogorets. Tres días después, Kroos le dio la razón y volvió a desplegar lo mejor de su catálogo. Primero, un disparo al travesaño a los 12 minutos; después, varios cruces precisos para recuperar el balón; más tarde, un lote de cuidadas entregas; y, al borde del descanso, cuando más enfervorecida estaba la hincha almeriense por el empate de su equipo, un centro preciso para el gol de Bale que puso de nuevo el viento a favor para el Madrid. Desde el carril diestro, con el ocho de Míchel y una rosca de similar copyright, colocó el balón con meticulosa intención. Un regalo que le agradeció el galés con efusividad en la celebración del tanto. Cinco de los 11 goles de cabeza del Madrid en esta Liga llegaron a centro de Kroos. Otra asistencia suya, la séptima, y la parada de Casillas a Verza en el penalti que hubiera desatado la ilusión local aplacaron al Almería.
En el cuentakilómetros del alemán: 24 partidos y 1.966 minutos, más que ningún otro madridista, más incluso que Cristiano (1.954)
Campeón de Europa con el Bayern y del mundo con Alemania, el metrónomo del Madrid acumula 90 partidos oficiales en los últimos 17 meses, a una exigente media de seis al mes. Arquitecto de la impecable secuencia, Kroos, de 24 años, es el más exigido de los blancos. Desde que comenzara la pasada temporada con el Bayern, el alemán sólo ha tenido un mes de descanso, el que le concedió en enero el parón de la Bundesliga, y apenas 20 días en verano tras alzar la copa del mundo. Desde entonces, Ancelotti sólo ha encontrado hueco para darle un respiro en los dos enfrentamientos ante el modesto Cornellà en la eliminatoria de los dieciseisavos de la Copa.
Florentino Pérez le presentó en el palco de honor del Santiago Bernabéu el 17 de julio tras pagar 30 millones al Bayern por su traspaso, realizó su primer entrenamiento en Valdebebas el 5 de agosto y con tan sólo cinco sesiones con el equipo impartió su primera clase magistral el 12, en Cardiff, en la Supercopa de Europa ante el Sevilla. Aquel día Kroos deslumbró con un máster en gestión y dirección de empresas. Fue el que más kilómetros corrió (11,7), el que más pases dio (85) y el que mejor porcentaje de aciertos presentó (96%). En su debut y con un novedoso centro del campo junto a Modric y James, se erigió en el jefe de un equipo que comenzó a esbozar su apuesta creativa en la sala de mando al tiempo que acaraba la posesión de balón (60%). Salvando el paréntesis que supusieron las dos derrotas seguidas en Liga en Anoeta ante la Real y en el Bernabéu ante el Atlético, y la pérdida de la Supercopa española ante los rojiblancos, esa ha sido la tendencia que se ha consolidado a lo grande en el segundo curso de Ancelotti. Una sobresaliente secuencia marcada por la precisión alemana de Kroos.
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