Bjelica acaba con un Barça indomable

Bjelica domó en el último segundo de la prórroga a un Barça más rebelde que nunca, rebelde ante la adversidad de las lesiones y ante la sucesión de pequeños detalles que le llevaron a la prórroga y por fin a su primera derrota en la Euroliga. El partido fue extraordinario, un ping-pong sin pausa, un alarde de agresividad ofensiva de ambos equipos. El Fenerbahçe se llevó el gato al agua e igualó además el basket-average por lo que estará en condiciones de arrebatarle el primer puesto del grupo al Barcelona en la última jornada. Para ello, los turcos tendrán que ganar al Bayern Munich y esperar que el Barcelona no venza en la cancha del Panathinaikos.

La plantilla del Barcelona, sus aleros en particular, partían con el reto de sobreponerse a las ausencias ya sabidas de Navarro y Oleson, además de la de Erikson. Solo faltaba, para colmo de males del equipo blaugrana, que apenas transcurridos seis minutos y medio, se lastimara en la planta del pie derecho Abrines. El alero mallorquín tuvo que abandonar la cancha rabiando de dolor. Fue un jarro de agua fría anímico y un problema añadido para Xavi Pascual. Cuatro lesionados, los cuatro aleros. Un rompecabezas que se le presentó al Barcelona frente a su principal rival en la lucha por la primera plaza del grupo C.

DeShaun Thomas, el alero estadounidense formado en la universidad de Ohio y catapultado por su excelente temporada en el Nanterre, jugó su particular partido. Como si fuera ajeno a las ausencias, a los momentos de incertidumbre que causó el percance de Abrines o al empaque del rival turco del Barcelona, se marcó una actuación espléndida. 15 puntos en el primer cuarto, 19 en el descanso. Irreductible, valiente, atacó a Goudelock, el escolta del Fenerbahçe con pasado en los Lakers, e hizo valer los diez centímetros que le saca. Cuando Obradovic le cambió de pareja y le asigno a Bogdanovic, prosiguió Thomas con su agresividad ofensiva.

El Barcelona tiró de la veta de Thomas y en la segunda parte el equipo azulgrana cambió una marcha en su juego. Doellman, Hezonja y Marcelinho se pusieron las pilas, afinaron la mirilla –el Barcelona había fallado siete de sus ocho primeros triples- y devolvieron la consistencia en el juego y la entereza anímica a su equipo.

El Fenerbahçe se estiró en el marcador, con Erden por dentro y Bogdanovic por fuera (37-42), pero vio cómo el Barcelona volvía a la pelea. El partido volvió a igualarse y el final resultó un cara y cruz. Marcelinho dio ventaja al Barça, 75-71. Hezonja perdió un par de balones y Thomas le hizo una falta a Bogdanovic en un momento crucial. El alero serbio convirtió el dos más uno y a la canasta de Marcelinho respondió Bjelica con un palmeo en ataque que provocó la prórroga. El propio Bjelica fue el que decidió el partido tras una jugada en que su equipo solo disponía de cuatro segundos. Se coló en la descolocada defensa del Barcelona y remachó un partido espléndido.