El Frente reaparece en Turín

Varios seguidores del Atlético de Madrid que portaban bufandas y banderas del Frente Atlético fueron fotografiados en Turín, durante el partido que su equipo empató con la Juventus (0-0), mientras realizaban saludos fascistas. Ese tipo de expresiones están prohibidas explícitamente por la UEFA, cuyo delegado en el campo dispone de 48 horas para notificar el incidente. Si lo hace, el organismo que rige el fútbol europeo abriría un expediente por el que podría sancionar al club español, no a los aficionados. Como el conjunto del Manzanares no ha sido castigado antes por lo que la UEFA tipifica como exaltación del nazismo, se enfrentaría a un cierre parcial del estadio Vicente Calderón. El club español reaccionó anoche y anunció ayer que solicitará a la policía que identifique a los aficionados para proceder a su expulsión si son socios y para impedir que vuelvan a entrar en su estadio. “Esos comportamientos no tienen cabida en el Atlético”, dijo un portavoz.

El conjunto presidido por Enrique Cerezo vuelve a estar en el ojo del huracán. La UEFA castigó el curso pasado a la entidad colchonera por incidentes de esta índole en la Youth League (la Champions de juveniles). La mayor sanción la ha sufrido el CSKA de Moscú, castigado con dos partidos a puerta cerrada por la reincidencia racista de sus ultras.

Tras la muerte de Francisco Romero Javier Taboada, ultra del Deportivo de la Coruña abatido durante la batalla campal entre los Riazor Blues y el Frente Atlético en los aledaños del Manzanares, el Atlético anunció la expulsión de este último grupo como peña oficial. El Frente ya no es bienvenido en el Calderón, aunque su presencia en Turín vuelve a subrayar las dificultades de los clubes para controlar los accesos a sus estadios, pese a que las entradas son nominales. El domingo, en el Atlético-Villarreal en el Calderón, la sociedad rojiblanca pretende impedir la entrada al estadio de sus radicales.

Hasta Italia se desplazaron al menos una decena de miembros del ala Escuadrón Rojiblanco (ER), que se declara antimadridista y presume de su enfrentamiento con los Biris (los exaltados del Sevilla). Los radicales se fotografiaron en los aledaños del estadio de la Juve con banderas del Frente y un retrato de Simeone, el entrenador del Atlético. A través de Twitter, los miembros del grupo que viajaron a Turín dieron su versión: “Solo aclarar que la bandera y las bufandas de ER no eran ofensivas para la seguridad del estadio, fueron revisadas por los Steward [agentes de seguridad]”. “La bandera se quitó antes del comienzo del partido, ya que así nos lo trasladó nuestra propia seguridad. Prensa manipuladora”.

Según el Atlético, las entradas para el partido ante la Juve se pusieron a la venta del 31 de octubre al 28 de noviembre, dos días antes de la muerte de Romero Taboada. El club apunta que la responsabilidad de controlar a los seguidores desplazados a Turín recaía en los servicios de seguridad de la Juventus. “Nosotros nos ocuparemos de que en el Calderón no haya cabida para miembros del Frente Atlético ni para su parafernalia”, concluye el Atlético.