“El socio es el alma de este equipo”

16 partidos seguidos sin perder adornan al Sporting. Toda la placidez deportiva contrasta con la zozobra institucional que puede acabar con la venta de las acciones del dueño del club, José Fernández, a unos inversores británicos. Frente al revuelo de los despachos, Abelardo Fernández (Gijón, 44 años), el entrenador, una de las banderas del sportinguismo de los años 90, ex del Barcelona y del Alavés, internacional y medalla de oro en Barcelona 82, brega con una plantilla básicamente formada en Mareo, ante la prohibición legal de fichar al acumular el club una deuda que supera los 30 millones.

Pregunta. ¿Cómo se ve de entrenador?

Respuesta. He tenido la suerte de jugar 14 años entre el Sporting, el Barça y el Alavés y ahora la presión es muy distinta. El jugador se preocupa de entrenar bien para que el entrenador le ponga y el entrenador tiene que decidir qué 11 juegan o qué 18 son convocados. En ese sentido he empezado de menos a más, he entrenado a cadetes, al filial, a dos equipos de Tercera, cinco partidos y dos de promoción con el primer equipo del Sporting, así que este es mi primer año como entrenador profesional. Las cosas han ido de cara. Me siento identificado porque estoy en un club que siento mío, he mamado y he vivido lo que es la cantera de Mareo, tengo un grupo que, en el que un 80 o 90 %, los he tenido yo en el filial.

P. Como jugador parecía obediente, ahora como entrenador, ¿es de dar muchas órdenes en los partidos?

R. En el campo, el entrenador solo se comunica con los que juegan por su banda, el lateral y el extremo

P. Pero como jugador, ¿era de los que escuchaba?

R. Siempre he sido una persona muy comunicativa, muy profesional, no he dado problemas a ningún entrenador, todo lo contrario. Una de mis virtudes es que estaba siempre de buen humor, jugase o no, aunque he tenido la suerte de que he jugado más que no he jugado. Intento que mis jugadores sean profesionales, serios entrenando, que amen esta profesión porque yo he amado esta profesión, y que disfruten a la hora de entrenar.

En Santander irán unas 3.000 personas. Como está el país, y la gente sigue apoyando”

P. Decían de usted que era un central fuerte, pero lento.

R. Yo no leía nada de prensa y me fiaba a mi trabajo. He sido una persona sacrificada, que trataba de explotar mis virtudes. Era un jugador obediente y así he jugado casi 400 partidos en Primera, aparte de la selección.

P. Notaría más las críticas en el Barça.

R. Claro, en el Barça había mucha más repercusión. Tenía una competencia muy grande; los otros centrales eran internacionales como yo, en la selección francesa Laurent Blanc, en la portuguesa Fernando Couto o en la holandesa Frank De Boer. Han estado allí gente como Nadal, como Popescu y muchos más.

P. Al Sporting siempre se le espera en Primera.

R. En verano el club se encontró en una situación que sabía que no podía fichar. El año pasado, cuando dirigí nueve partidos, a pesar de que el club había hecho nueve fichajes, subí a tres jugadores que estaban conmigo en el filial. La base del Sporting tiene que ser de Mareo. Es un equipo de mucho futuro, de gente joven, pero a la que hay que dejar crecer.

P. Pero el Sporting es un clásico de Primera.

R. Claro, tú tienes una masa social de 18.000 socios, tienes Mareo. Aquí vienen 20.000 personas en Segunda. Algo que no hay muchos que lo tengan en Primera. Estamos jugando con Menéndez, Jony, Rachid, Castro. No les podemos exigir que hagan 35 partidos a ese nivel.

P. De la necesidad, virtud.

R. El grupo se ha unido mucho. La gente disfruta con el equipo, porque ve que lo dan todo en el campo, es intenso. Hablamos de 16 partidos sin perder, de haber superado un récord en el mismo club después de 109 años de historia. Nunca se había pasado de 13 partidos sin perder (con Boskov en 1982/83), y estos chicos ya llevan 16. Es un orgullo, para mí y sobre todo para el club.

P. Usted era un futbolista tranquilo, sosegado. ¿Ha cambiado su forma de ser como entrenador?

R. ¿Esa impresión daba? No sé. Ahora lo paso mucho peor. Yo tenía la virtud de no ponerme nervioso cuando llegaba un partido; sí sentía el cosquilleo, pero siempre he sido un competidor. No me gustaba perder a nada. Y ahora me pongo más nervioso. Es mayor responsabilidad. Diriges a un grupo entero

P. ¿El problema del entrenador es que quiere que se hagan cosas en las que él no va a participar?

R. Pero dependen de ti, de que todo vaya bien, de que los jugadores reflejen en el campo las ideas que transmites. Todos los entrenadores ganamos el partido antes de salir. Pero el equipo se está mostrando como un equipo veterano pese a la juventud. Sabe leer bien los partidos.

Viví como forofo en el Molinón un Sporting glorioso que fue subcampeón de Liga”

P. Se dice que un portero o un central no pueden ser grandes entrenadores...

R. No tiene nada que ver. Personas que no jugaron nunca al fútbol han sido grandes entrenadores. Al igual que los jugadores, los entrenadores están más preparados. Hay más medios. La tecnología avanza y tú vas avanzando con ella.

P. Usted es muy buen amigo de Luis Enrique. Él tiene la obligación de reformar al Barcelona y usted rescatar al Sporting.

R. Hablamos mucho. Cada uno tenemos el lío a nuestra medida. Somos como hermanos, nos conocemos desde los siete u ocho años, hemos jugado siempre juntos. Hemos tenido vidas paralelas. El Barça es un club muy exigente, ganar, ganar y títulos. Pero no solo ganar sino además convenciendo. Luis tiene el legado de Guardiola, que probablemente ha sido el mejor Barça de toda la historia. Pero Luis es una persona preparada, con mucho carácter, que sabe transmitir al jugador sus ideas, y sus equipos tienen su sello propio

P. ¿Y él qué le dice?

R. Pues igual. Me desea suerte porque es muy sportinguista. Está encantado. Vive allí, su mujer es de allí. No solemos hablar de si estamos presionados. Hablamos de nuestros respectivos equipos.

P. La gente piensa que Luis Enrique es un poco gallo.

R. ¿Luis, gallo? No, es una persona muy normal, muy trabajadora, siempre ha tenido carácter, pero eso no significa que sea un gallo. Es un ganador nato y transmite mucha vitalidad. Él y yo somos muy distintos. Igual por eso congeniamos tan bien.

P. ¿Hasta dónde piensa llevar como entrenador?

R. Sobre todo pienso en mi bienestar y en el de los míos. Si algún día tengo que dejar el Sporting, que ojalá no ocurra nunca o suceda dentro de muchos años, habrá un cuórum de los cuatro (con mi mujer y mis dos hijos) para ver adónde vamos.

P. Le han nombrado mejor entrenador del mes con Ancelotti, él en Primera y usted en Segunda. ¿Qué piensa de él?

R. Me cae muy bien. Es una persona muy sincera, muy sensata, que elogia cuando tiene que elogiar al rival. Ahí están sus éxitos. El Madrid ha encontrado con él la paz que no tenía. Los jugadores se nota que están encantados. Todos los entrenadores que empezamos nos fijamos en la experiencia de este tipo de entrenadores. En mi categoría, por ejemplo Paco Herrera, del Las Palmas.

P. ¿Qué recuerdo guarda de Manolo Preciado?

R. Coincidí con él cuando yo entrenaba al filial. Tenía ese don de llegar a la gente. Le escuchabas en las ruedas de prensa y te convencía. Una persona muy querida a la que la afición jamás va a olvidar.

P. ¿Y qué significa El Molinón?

R. Es el templo. Lo máximo. Desde niño he venido aquí. He tenido la suerte de vivir ese Sporting glorioso que quedo subcampeón de Liga. Ese Sporting de Quini, Joaquín, Ferrero.

P. No había ni uno malo.

R. Ni uno. Pero ahora es muy difícil. Entonces existía el derecho de retención y podías armar un equipo. Y se armó uno durante una década que era una delicia. El Molinón es el disfrute. La gente que viene al Molinón empuja al equipo. Ocurre un poco como en San Mamés. El socio es el alma de este equipo. En Santander se habla de que irán unas 3.000 personas. Estando el país como está y la gente sigue apoyando al equipo. Vive por el equipo. Llora por el Sporting.

El Barça es un club espectacular. Y me fastidia mucho que haya gente que hable cosas malas de los catalanes."

P. ¿Cómo se explican estos 16 partidos sin perder?

R. Somos muy intensos, cada uno sabe lo que tiene que hacer. Muy solidario, una piña, muy incómodo para los rivales.

P. ¿Por qué empata tanto?

R. Encajar 10 goles en 16 partidos significa que hasta ahora ha defendido muy bien.

P. ¿Qué recuerdo le dejó el gol en la final de Barcelona 92?

R. El más importante que haya metido

P. ¿Y su momento más importante como jugador?

R. El debut con el Sporting. Era un sueño. Y debuté con 19 años recién cumplidos. Yo venía aquí, estaba en la zona de máxima animación y vivía el fútbol de forma muy forofa. Luego, debutar con el Barça, ganar el oro olímpico, ganar títulos... El Barça es un club espectacular. Y me fastidia mucho que haya gente que hable cosas malas de los catalanes. Yo he vivido ocho años allí y me he sentido uno más. Soy un asturiano catalanizado. Mis mejores amigos son catalanes y están fuera del fútbol.

P. ¿Pero aquel gol tuvo que ser muy especial?

R. Mira, Carl Lewis tiene siete u ocho medallas de oro. Pues yo tengo una. Además, nos lo pasamos muy bien. No lo vivimos intensamente porque no estuvimos en la villa olímpica, que mejor, porque si no, hubiera sido un desmadre. Hasta la final jugamos en Valencia y estuvimos concentrados allí, pero lo pasamos de cine. Un grupo de amigos. Todos los futbolistas de aquel equipo tuvieron un futuro tremendo.

P. ¿La Segunda es tan dura como se dice?

R. Es durísima porque es muy igualada, muy competida, muy larga. Son 42 partidos y si juegas cuatro de promoción, 46. Cualquiera puede ganar a cualquiera. Nosotros llevamos 16 partidos invictos, y el partido que pudimos perder fue contra el último, el Llagostera, y el partido que pudimos empatar en vez de ganar fue contra el penúltimo que era el Albacete. Y marcamos en el minuto 93.

P. El Eibar es un modelo a seguir.

R. Sí, claro. El año pasado todo el mundo decía, el Eibar va a caer, el Eibar va a caer y no cayó. Y ahora en Primera está supercómodo, jugando muy bien. Me encanta cómo juega y lo sigo mucho. Y ha demostrado Garitano y creo que esta Patxi Ferreira con él, que sabe sacar un rendimiento del 200%.

P. Igual los equipos piensan demasiado en fichajes.

R. De Mareo han salido grandísimos futbolistas. La base tiene que salir de la cantera. Si hay 24 o 25 en la platilla, 15 tienen que salir de aquí.