La UCI deja en el aire la licencia WorldTour del Astana

La Comisión de Licencias, órgano independiente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), ha decidido no inscribir al Astana en el WorldTour de 2015, según reveló este jueves el diario deportivo italiano La Gazzeta dello Sport en su página web. La medida, adoptada por los positivos por EPO de dos de sus corredores, los hermanos kazajos Maxim y Valentin Iglinsky, impide al equipo dirigido por Alexander Vinokúrov cumplir los criterios éticos de pertenencia a la primera división del ciclismo mundial y genera, de entrada, dos consecuencias: por un lado todos los corredores del equipo kazajo, liderado por los italianos Vincenzo Nibali, ganador del último Tour, y Fabio Aru, quedan libres para fichar por el equipo que deseen; por otro, el Astana ya no tiene garantizada la participación en las mejores carreras del calendario, incluidos Giro, Tour y Vuelta. Dos españoles, Mikel Landa y el recién fichado Luis León Sánchez, también forman parte de su plantilla.

Tras conocerse la noticia, la UCI emitió un comunicado recordando que el caso del Astana está aún en la Comisión de Licencias del máximo organismo del ciclismo y que antes del próximo 10 de diciembre emitirá un veredicto definitivo.

La presencia de Vinokúrov como director del conjunto agrava las circustancias

Según el rotativo deportivo italiano, Vinokúrov ya ha expresado su decisión de recurrir la exclusión al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). En un caso similar, el mismo TAS revocó hace dos años la exclusión del WorldTour del Katusha de Purito Rodríguez.

La cuestión del Astana es, sin embargo, más peliaguda pues, aparte de otros tres positivos por anabolizantes acaecidos en su equipo filial, la figura de Vinokúrov agrava las circunstancias. El excorredor kazajo, que cuenta con el apoyo total de su Gobierno, posee un historial antideportivo marcado por el dopaje (fue expulsado del Tour de 2007 y su nombre figura en el sumario de la fiscalía de Padua por sus relaciones con el médico Michele Ferrari) y por la acusación que dilucida un tribunal belga de comprar al ruso Alexander Kolobnev la victoria de la Lieja-Bastoña-Lieja de 2010, la carrera que suponía su regreso al pelotón tras su suspensión y en la que se impuso con el mismo maillot del equipo Astana que ahora dirige. Además, Vinokúrov no se mostró dispuesto a atender la petición del presidente de la UCI, Brian Cookson, para que colaborara con el CIRC, la comisión de investigación del pasado del ciclismo.

Aunque el TAS mantenga al Astana fuera del WorldTour, no parece sencillo ni que Nibali, que ya había anunciado que pasara lo que pasara él no tenía nada que ver y no pensaba cambiar de equipo, se acoja a la libertad así sobrevenida ni que el Tour, cuya política antidopaje se ha relajado en los últimos años, prohíba la participación de su último ganador. La última vez que tomó una decisión tan drástica fue en 2008, cuando no dejó participar al Astana de Alberto Contador después de que en 2007 el mismo equipo kazajo fuera expulsado por los positivos por transfusión de sangre de sus figuras, Vinokúrov, justamente, y André Kasheckin.

Pese a que el equipo, siempre financiado por un fondo de inversión estatal de Kazajistán, cambió de dirección -asumida por Johan Bruyneel y el staff del antiguo Discovery-, el Tour, dirigido entonces por Patrice Clerc, se mantuvo inflexible en su castigo. Tal política de tolerancia cero le costó el puesto a Clerc, despedido por una empresa, ASO, que veía peligrar sus intereses económicos. Con Christian Prudhomme de director único, la cuestión del dopaje pasó a ser secundaria en la carrera más deseada. Y tampoco parece que el Giro pueda castigarle, dada la fuerte componente italiana de un conjunto en cuyo equipo dirigente figuran el técnico bresciano Giuseppe Martinelli, el entrenador de Treviso Paolo Slongo, además de masajistas y mecánicos italianos.