Stuani azota al Alavés
Con dos goles del uruguayo el Espanyol supera al conjunto vitoriano
Hace tiempo que el Espanyol de Sergio González renunció a su idea inicial de atesorar el balón. Da lo mismo si el rival juega en Primera o en Segunda. El cuadro blanquiazul cede terreno y apuesta por el juego directo. Nada de complicaciones. Faltos de protagonismo los chicos de Sergio, fue el Alavés el que se adueñó de la pelota. Aunque el dominio del cuero del conjunto vitoriano fue estéril; nadie pudo asustar a Pau, que ayer se estrenó en un partido oficial. Con poco le bastó al Espanyol para llevarse el triunfo. Tan poco que sólo necesitó de Stuani. De regreso a su hábitat natural tras jugar en banda con Aguirre, el delantero charrúa firmó los dos goles.
Alavés, 0 – Espanyol, 2
Alavés: Goitia, Medina, Laguardia, Einar, Castillo, Beobide, Tejera (Toti, m.75), Juanma (Manu Barreiro, m.84), Raúl García, Sangalli e Ion Vélez (Juli, m.60).
Espanyol: Pau López; Javi López, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno (Álvaro, m.73), Clerc (Luque, m.61); Abraham, Alex (Jordan, m.68); Mationi, Víctor Álvarez, Lanzarote; y Stuani.
Goles: 0-1. M.35. Stuani. 0-2. M.93. Stuani.
Árbitro: Undiano Mallenco (Navarro). Amonestó a Álex Fernández.
Estadio Mendizorroza. 7.313 espectadores. El Alavés lució una camiseta conmemorativa especial del título de Vitoria Ciudad Gastronómica 2014.
Menguado por las lesiones, no pudo agitar el once Alberto López. Todo lo contrario ocurrió en el Espanyol. Aprovechó Sergio González para dar horas de vuelo a sus muchachos olvidados. Una buena oportunidad para Mattioni, Víctor Álvarez y Lanzarote, pero sobre todo para Abraham y Álex Fernández. Sin embargo, el doble pivote blanquiazul, que pasó desapercibido por Vitoria, jamás se pudo encontrar con el balón. El Alavés, en cambio, impuso su intención de cuidar la pelota. Siempre a partir Tejera, que movía el balón, aunque nunca pudo encontrar profundidad. Sangalli y Raúl García por las orillas, no podían encontrar el movedizo Ion Vélez.
Carente de juego en la medular, aprovecharon las alas los chicos de Sergio. Víctor Álvarez filtró un pase genial para Stuani, que con ayuda de Laguardia, el charrúa envió a la red. Pero terco, el cuadro vitoriano no quería quedarse con las manos vacías. Intentó arrinconar al Espanyol. Nunca pudo incomodar a Pau, que se mostró seguro en cada uno de los centros que llovían en su área. Y, sobre bocina, otra vez Stuani castigó al Alavés. El uruguayo se levantó más que nadie en el área y de cabeza cerró el partido. Un premio grande para el Espanyol, que se llevó de Vitoria la llave de la clasificación para octavos de la Copa.
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