Jesé reemprende el vuelo
El extremo canario del Madrid vuelve a la competición en el partido de Copa ante el Cornellà ocho meses después de la grave lesión de rodilla que interrumpió su carrera meteórica
“Jesé no va a empezar el partido de titular, pero está en la convocatoria y va a jugar la segunda parte. Su vuelta es una gran noticia para nosotros, es un chico con mucha calidad. Tiene muchas ganas y mucha ilusión. Fue un jugador destacado la temporada pasada”, anunció Ancelotti en la víspera del partido de vuelta de dieciseisavos de la Copa ante el Cornellà. Las palabras del técnico italiano ponían fin a un calvario de 258 días desde que el extremo canario se lesionó de gravedad ante el Schalke en la pasada edición de la Champions. El 7 de noviembre, Jesé Rodríguez, de 21 años, se incorporó a los entrenamientos con el resto del grupo y casi un mes después ya tiene el billete para subirse a una locomotora que marcha a ritmo de récord con 16 victorias consecutivas, con 59 goles a favor y 9 en contra. Tras superar la mejor racha de su historia, el Madrid busca ahora la plusmarca absoluta de triunfos: los 18 del Barça de Rijkaard en la temporada 2005-06. Y para el reto cuenta desde hoy con un refuerzo de lujo.
“Jesé es el fichaje de invierno”, lanzó Ancelotti como eslogan hace unos días al tiempo que contenía la ansiedad del canterano en el tramo final de su recuperación. El técnico, que en 1981 cuando era jugador del Roma con 22 años sufrió la misma lesión que Jesé, ha cuidado con mimo la puesta a punto del extremo. Si todo va según lo previsto, la joya de La Fábrica volverá a pisar el césped del Santiago Bernabéu ocho meses y 15 días después de que, tras ser embestido por el central bosnio Kolasinac, se rompiera el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Apenas se habían disputado tres minutos de partido cuando el crujido de la articulación heló las gradas y cortó una proyección meteórica.
“Tiene un talento de locura. He entrenado a pocos jugadores tan buenos como él a esa edad, quizá Pato en el Milan”, contó Ancelotti en una entrevista con el Corriere dello Sport semanas antes de la lesión del jugador cuando su expediente era una flecha. Jesé debutó con el Madrid, con 19 años, en diciembre de 2012 en un partido de Copa ante la Ponferradina con Mourinho en el banquillo. Apenas sumó un partido de Liga más aquella temporada; pero el curso pasado, tras ganarse a Ancelotti en la pretemporada, tuvo un fulgurante asentamiento en la primera plantilla. Hasta su lesión en marzo disputó 31 partidos (18 de Liga, ocho de Copa y cinco de Champions), marcó ocho goles y dio seis asistencias. Fue 12 veces titular y acumuló 1.245 minutos con meritorias faenas en plazas grandes. Se quedó a dos tantos de igualar el debut de Raúl. El mítico siete acabó con 10 goles (nueve en Liga y uno en Copa) su primer año con el primer equipo en la temporada 1994-95. Jesé se quedó en ocho (todos con el pie derecho). Tres en Copa: ante Osasuna, Espanyol y Atlético; y cinco en Liga: ante Barça, Valencia, Athletic, Villarreal y Getafe. Goles en el Camp Nou, en Mestalla, en San Mamés y en el Calderón que dieron cuenta de su calidad y su carácter. Del Bosque lo tenía apuntado en la lista de atacantes que manejó para el Mundial y Ancelotti está convencido de que si hubiera contado con él su equipo no hubiera descabalgado de la lucha por la Liga camino de la Décima.
Ahora ya está en disposición de recuperar el carril rumbo a la gloria. Atrás quedó la operación del doctor Ulrich Boenisch, el 20 de marzo en Augsburgo; la nueva intervención a la que tuvo que ser sometido por culpa de una infección en la rodilla el 4 de abril; un incendio en el garaje de su chalé de La Finca que retrató su infortunio; y una recuperación maratoniana entre los campos de Valdebebas, la sierra de Madrid y las playas de Las Palmas. Cinco horas diarias con tecnología antigravedad, maquinaria de gimnasio, trabajo de apnea, marchas kilométricas y ejercicios pliométricos. En julio, Jesé empezó a correr utilizando una máquina especial antigravedad basada en tecnología de la NASA, que el club adquirió en su día para rehabilitar a Kaká, que reduce el peso del jugador para ejercitarse sin cargar la articulación. En septiembre, saltó al césped de la Ciudad Deportiva. Entre medias, trabajo en la piscina para incrementar la capacidad pulmonar, aprender a respirar y dosificar el oxígeno. Jesé llega a la meta para reiniciar su carrera.
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