Un partido a balón parado en Mestalla

“Trabajamos mucho la estrategia, cada semana, en cada entrenamiento, porque como jugamos mucho cerca del área rival, sacamos muchos córners”, explicó ayer Luis Enrique. Lo cierto es que a la hora de la verdad, durante los partidos, no se nota. Las estadísticas no mienten y la manera con la que el Barça dilapida los saques de esquina resulta escandalosa, convirtiéndole en uno de los peores equipos de la Liga. Un total de 87 intentos lleva en lo que va de campeonato y no ha sido capaz de marcar un gol.

El único tanto que el Barcelona ha conseguido este año en jugada a balón parado lo consiguió Messi contra el Sevilla de falta directa. Marcó el Barça otro gol de falta, pero en la Champions, contra el Apoel. El tanto lo firmó Piqué. El resto, una retahíla de intentos, un día al palo corto, otro al largo, a veces con un saque en corto para reiniciar la jugada y pocas veces buscando aclarados en la frontal. Da igual, no hay manera, no acierta por muchas vueltas que le dé.

No nos engañemos, la altura del equipo es la que es” Luis Enrique

“No nos vamos a engañar, la altura del equipo es la que es”, se justifica Luis Enrique, buscando y encontrando excusas. “Es muy buena para jugar con un estilo determinado pero complica otras facetas del juego”, razona sin apariencia de mostrarse preocupado por una sequía crónica, que alarma a cualquiera menos a él. Muy al contrario, el técnico asturiano esgrimió razones para estar contento del trabajo de estrategia del equipo. “Es lo de la manta: no me puedo tapar la cabeza y los pies a la vez”, se justifica, valorando los pocos goles que encaja (seis en 12 partidos).

Al Barcelona hubo partidos en que la manta no le cubrió siquiera el ombligo, como en el del Bernabéu, cuando el Madrid marcó tras dos acciones que empezaron en córner: el primero, se lanzó sobre la portería de Bravo y lo remató Pepe, y el segundo lo botó Rakitic desde el rincón para atacar a Casillas, pero, tras una fulminante contra del Madrid, marcó Benzema.

No hay equipo en la Liga que, hasta el inicio de la presente jornada, hubiera tenido más opciones de gol que el Barcelona y hubiera acertado menos. Y ninguno que sepa rentabilizarlos como lo ha hecho el Atlético de Madrid, que lleva 69 opciones desde la esquina y ha marcado nueve goles (lo que supone el 39% de los 23 logrados esta temporada). El Valencia, que ha botado 47 córners, ha rematado 24 y suma siete goles (un 29% del total). “Tienen buenos números en ese aspecto”, reconoce Luis Enrique, que elogia abiertamente el potencial del conjunto valenciano en su feudo: “No ha perdido un sólo partido, lleva 15 goles y ha encajado tres”, subraya.

Iniesta ha recibido el alta médica, pero no es seguro que pueda jugar en Valencia

El trabajo de estrategia recae básicamente en Juan Carlos Unzue, mano derecha del asturiano en el banquillo. El que fuera portero de Osasuna, Barcelona y Sevilla ya trabajó las jugadas en estático en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, cuando formaba parte del cuerpo técnico de Josep Guardiola y compartía responsabilidades en ese aspecto con Tito Vilanova. El Barcelona, que venía marcando en zona, acostumbra a hacerlo ahora con una mixta, pero siempre dependiendo del rival. “En la estrategia trataremos de sorprender”, avisó en pretemporada Unzue, que por lo menos en ataque no parece haberlo conseguido.

Luis Enrique, que recuperó a Andrés Iniesta, ya con el alta médica, —“no hablamos nunca de los que no están, pero es evidente que a un jugador como él siempre le echamos de menos”— avisó que al de Fuentealbilla aún le falta un punto para estar a la altura del equipo. Las lluvias que han caído sobre Valencia y el mal estado del terreno de juego pueden ser razones suficientes para que el volante, que ha estado de baja más de un mes, no viaje hoy a Mestalla y que, de hacerlo, posiblemente no sea titular. La lista de convocados se conocerá esta mañana.

Llegados a este punto, el hábito hace pensar que Luis Enrique volverá a sorprender a propios y extraños. No en vano ha formado con 19 alineaciones diferentes desde que comenzó a mandar en el banquillo del Barça. “No sé si será diferente. Esto les hacía gracia en Vigo, en Roma... Pero yo hago las alineaciones en función de lo que creo que es mejor para el equipo. Mi idea no es contar con 10 titulares fijos”.